Luis Goytisolo se reencuentra con su titánica «Antagonía»
Anagrama celebra los 500 números de Narrativas Hispánicas reuniendo en un volumen la colosal obra del autor
DAVID MORÁN
Excepcional el acontecimiento, como subraya el editor Jorge Herralde, y excepcional también la obra: más de mil páginas publicadas de forma desgajada durante casi veinte años que, por primera vez, se agrupan bajo una misma cubierta para dar forma a la edición definitiva y definitoria ... de «Antagonía», el gran «ochomil» literario de Luis Goytisolo (Barcelona, 1935) y una de las cimas más escarpadas de narrativa española del siglo XX. O, como dejó dicho Cabrera Infante, «la mejor novela escrita en España, casi iba a decir en español, en mucho tiempo».
Normal que la editorial Anagrama haya querido recuperar tamaño coloso literario para darle un sentido aún más litúrgico a esa encomiable meta que es el lanzamiento número 500 del sello Narrativas Hispánicas. La serie, creada en 1983 por el editor barcelonés como hogar y trampolín para autores como Álvaro Pombo, Javier Marías, Soledad Puértolas, Enrique Vila-Matas, Roberto Bolaño, Sergio Pitol, Félix Romeo y David Trueba, entre otros, se anota así un nuevo tanto en su relectura y reelaboración del canon de la narrativa en español. Y lo hace devolviendo a su estado natural una obra a la que, como coinciden Herralde y el propio Goytisolo, le hizo un flaco favor el hecho de aparecer seccionada en «Recuento» (1973), «Los verdes de mayo hasta el mar» (1976), «La cólera de Aquiles» (1979) y «Teoría del conocimiento» (1981). «Es como si el “2666” de Roberto Bolaño se hubiese publicado en cinco tomos en vez de un único volumen», ejemplifica Herralde. «El planteamiento anterior era muy lógico para el editor, pero al final ha acabado perjudicando a la obra», añade Goytisolo.
La creación y el creador «Novela de una novela y una de las más profundas indagaciones que jamás se hayan emprendido sobre la creación literaria», como celebra la nueva edición, «Antagonía» es, en palabras de Goytisolo, una «historia de la creación a partir de su creador» y una obra que, como apunta Ignacio Echevarría en el prólogo, se refleja sin problemas en grandes obras de la literatura europea como «En busca del tiempo perdido» de Marcel Proust. «Nunca me he planteado tener un modelo, pero supongo que indirectamente me influyeron los escritores que más me gustaban, que eran Proust y Joyce», señala el autor de «Las afueras».
Sobre la génesis de la obra, explica Goytisolo que recuerda exactamente el día que empezó a escribir «Antagonía» —el 1 de enero de 1963— aunque la idea ya le venía rondando por la cabeza desde mucho antes y acabó cristalizando durante los cuatro meses que el escritor barcelonés pasó en la cárcel de Carabanchel. «Pasé 5 semanas de incomunicación total que fueron muy fructíferas y tomé mis notas sobre papel higiénico», relata el autor barcelonés, quien pese a todo recuerda su paso por prisión como «una experiencia muy grata».
Y ahora, satisfecho por fin al ver que su tour de force literario ha recuperado su unidad, Goytisolo se muestra «tranquilo». Tranquilo por haber visto cumplidas sus intenciones originales y, sobre todo, por ver que «Antagonía» ha aguantado el paso del tiempo «tanto por su interés como por su forma de decir las cosas». De hecho, no ha corregido ni una sola coma de los cuatro títulos. Ni siquiera en el segundo tomo de la serie, con más de sesenta cortes de censura que se ha quedado como estaban.
«Lo que no sabía era el tiempo que me iba a tomar terminarla», bromea el escritor sobre un titánico y colosal proyecto que, tras casi veinte años de disciplinada dedicación, a punto estuvo de dejarle completamente seco. «Pensaba que ya lo había escrito todo», confiesa.
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