«La gente no está preparada para pagar por la cultura»

Ellis se refirió a ejemplos concretos en Reino Unido, en particular los recortes en las artes escénicas, cuyo presupuesto bajará en los próximos cuatros años un 15% (en España el recorte planteado es del 30%). «En el primer año fue del 7%, y todos los sectores bajaron de manera equitativa —reconoce—, algo que sin embargo tal vez no se mantenga en el futuro, lo que produciría un fuerte desequilibrio». Para evitar eso, el presidente de la ENO aboga por convencer a los ciudadanos para que se impliquen. «El problema es que la gente no está preparada para pagar por el arte».

Para Ellis, el reto más importante que hay que abordar en la actualidad es cómo hacer «partícipe al ciudadano» para que invierta en cultura, haciéndole consciente de que el precio que paga por la entrada «no cubre todo el gasto que supone un espectáculo o una exposición, por lo que la diferencia debe debe ser abonada por el Estado o el dinero privado. En el caso de países como España, el papel de las fundaciones es menor por lo que la financiación es estatal, lo que provoca una gran presión en momentos como estos», indica. ¿Y cómo se consigue atraer la inversión del dinero privado, tanto a empresas como a nivel individual? Para conseguirlo es preciso mantener una «disciplina y saber agradecer las contribuciones del sector privado. Convencer a las empresas también es complicado, es donde hay que trabajar. No hay que tener miedo de utilizar la publicidad y el márketing para convencerlos», subrayó el presidente de la ENO, al mismo tiempo que matizaba que el modelo de financiación del Reino Unido es diferente al resto de países: «Se sitúa entre el de Estados Unidos, donde la inversión es mayoritariamente privada, y Europa, donde procede más del Estado, hasta un 70%». Un continente, el europeo, en el que según Ellis los gobiernos han perpetuado «el papel de mecenazgo desempeñado por los príncipes y los reyes, algo que no tiene visos de continuidad».

En cuanto a cómo ha afrontado la English National Opera la crisis, Ellis presume de que la ENO es la ópera que hace «mayor número de coproduccioens en el mundo —con el Met, la Scala...—», pero reconoce que la crisis ya les golpeó hace cinco o seis años por lo que decidieron reducir la orquesta, «que pasó de 93 músicos a 70 músicos. En el caso de interpretar a Wagner se contratan refuerzos, pero la medida ideal es tener una orquesta de 70 músicos, lo que la hace más flexible, para un programa de seis meses». Durante el primer año de la crisis «tiramos de las reservas que teníamos», pero sabe que estas no son eternas y que si siguen haciendo recortes. estos pueden afectar «a la calidad de los artistas. Es como una espiral».

Entre los objetivos de la ENO se encuentra el de crear nuevos públicos a través de las nuevas tecnologías, como la ópera en el cine, la HD y el uso del 3D. «Convencer a los ciudadanos para que apoyen las artes es un reto para no tener que depender de los recortes del dinero público, pero es difícil defender la ópera, que es muy cara, cuando están reduciendo los presupuestos de educación y sanidad».