Wikipedia, el Larousse de la era digital

La clave de su éxito es su vocación de trabajo compartido. El proyecto ha querido con el tiempo representar de manera más justa el papel de la mujer a lo largo de la Historia. «Ser una enciclopedia colectiva en la que escribe todo el mundo nos permite dar a una visión más completa y real de muchos temas en general . La idea que rodea a Wikipedia es que cualquier persona puede aportar conocimiento. Esto hace que su conocimiento es más diverso y completo. Trabajamos para reducir la brecha de género», señala a ABC Virginia Díez , responsable comunicación de Wikimedia España.

Es un proyecto sin ánimo de lucro, aunque para financiarse se convocan agresivas campañas de recaudación una vez al año. El resultado es que el 90% del presupuesto global proviene de donaciones personales que abonan una media de 15 dólares.

La herramienta activa periódicamente a una campaña de donaciones que lo secunda únicamente el 2% de sus lectores a nivel mundial. Los micropagos empiezan desde los 2 euros . La plataforma incluso deja la posibilidad de automatizar las aportaciones mensualmente. En la práctica, pocos lo hacen.

Funciona sin anuncios y sin accionistas. Wikipedia ha aclarado que su sistema de financiación por medio de donaciones se emplea para mantener la plataforma sin fallos de conexión. Esto incluye los gastos de mantenimiento de los servidores y un importante trabajo de ingeniería para garantizar que las páginas sean seguras y se proteja la privacidad. Es un proyecto vivo y permanentemente actualizado: se realizan unas 350 ediciones por minuto y se registran unas 6.700 páginas vistas por segundo.

El proyecto se gestiona a través de la Fundación Wikimedia. Su cabeza visible es Jimmy Wales , empresario estadounidense que, junto con Larry Sanger, fundó la Wikipedia allá por 2001, unas semanas antes de un suceso que cambió para siempre la concepción de las naciones: el atentad o del 11-S. Su reconocimiento internacional es indudable. Recibió en 2015, de manos del Rey, el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional.

La fortuna de su fundador, según informaciones de la revista «Forbes», apenas asciende al millón de dólares. Comparado con los cabezas pensantes de gigantes de la tecnología como Mark Zuckerberg (Facebook) o Jeff Bezos (Amazon) es «peccata minuta». Sus principales ingresos como empresario, según cifran medios especializados, proceden de inversiones privadas. Aunque su visión de la tecnología es algo más romántica: es un gran defensor del internet libre.

Coordinar este monstruo con éxito supone un gran esfuerzo. Cualquier usuario, sin embargo, tiene la potestad de poder modificar una entrada, pero es la comunidad la que regula que se trata de hechos verificables. El principal reto es mantener alejado de sesgos ideológicos a sus contribuyentes . Los «wikipedistas», voluntarios que se encargan de corregir, renovar y actualizar sus páginas , tienen un mandato, a veces complicado de mantener pero necesario: ser neutrales y añadir distintos puntos de vista.

Y suelen hacerlo participando de una manera ordenada y libre. «Wikipedia, de alguna manera, ha cambiado la forma en la que creamos y compartimos conocimiento humano. Hemos pasado de un conocimiento básicamente enciclopédico a un conocimiento digital y colaborativo», explica a este diario la portavoz de Wikimedia España. En julio hubo más de 82.000 editores en Wikipedia en español. Cuenta con más de 250.000 voluntarios a nivel global cada mes y abarca más de 50 millones de artículos publicados en casi 300 idiomas.

Para Tíscar Lara, directora de Comunicación y Marketing de EOI Escuela de Organización Industrial, este proyecto es un oasis que, durante cerca de veinte años, ha logrado mantenerse libre de intereses comerciales o ideológicos en un terreno tan complicado como es hoy en día internet. «Es, además, la constatación de que es posible producir conocimiento de calidad de forma colaborativa, anónima y voluntaria a lo largo de todo el planeta por el mero placer de contribuir a desarrollar un acervo cultural común», asegura Lara en declaraciones a ABC.

«Nació cuando no existían las redes sociales ni se sabía lo que era un “influencer”, mucho antes de que se consolidara el marketing digital y nos inundara con publicidad online. Y ahí sigue, todo un símbolo que combate el ego y la desinformación con sus propias armas: libertad y responsabilidad», recuerda esta experta, quien insiste en que los millones de artículos y cientos de idiomas que acumula el proyecto demuestra «la viabilidad de una enciclopedia universal» impulsada por miles de voluntarios . Además, Wikipedia ha conseguido un logro envidiable: que millones de personas accedan al contenido de forma gratuita.

En opinión de Díez, ha quedado demostrada la «fiabilidad» de que la comunidad «wikipedista» que tiene un «respeto absoluto» por los derechos de autor y por la referenciación de los artículos de cara a fomentar la verificabilidad de la información.

Las modificaciones, por pequeñas que sean, se quedan almacenadas por defecto. Cualquiera puede consultar las versiones anteriores, lo que evita posibles intentos de boicot, aunque no se libra de ellos al completo dado que muchas veces se ha «matado» a alguna personalidad célebre o se ha introducido un dato erróneo. Su secreto es que en cuestión de minutos se ha corregido . También se emplean sistemas de revisión automatizada por medio de algoritmos que permite detectar fallos casi en tiempo real.

Uno de los conceptos que maneja la enciclopedia online es que nadie puede publicar directamente su propia biografía. En el momento en el que se ha detectado que alguien ha edulcorado su propia trayectoria profesional se le ha parado los pies.

La plataforma cuenta con un sistema de protección de artículos diseñado para evitar lo que se conoce como una guerra de ediciones, es decir, cuando varios editores modifican o añaden información distinta en un corto periodo de tiempo. Recientemente, la biografía de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se modificó para manchar su imagen con el calificativo de «La Iluminada». Pero no es la única: a lo largo del tiempo le ha sucedido a innumerables mandatarios que generan una polarización entre los ciudadanos.

Estas acciones, que se producen generalmente en torno a personalidades controvertidas o procedentes del mundo de la política, dejan un rastro que puede desvelar la autoría. «Esas interacciones se pueden ver en el historial de un artículo, que es un ejemplo de transparencia. Para resolverlo, la comunidad lleva a un consenso a partir de distintos puntos de vista en las referencias», reconoce, tajante, Díez.

A pesar de sus exigentes filtros, en ocasiones se cuelan otros datos erróneos: recientemente se ha descubierto que la mitad de los artículos (unos 27.000) de la versión escocesa estaban escritos por un adolescente estadounidense que no dominaba el idioma, empleando además traductores online. Pero la Wikipedia, con sus miles de ojos abiertos de par en par, ha conseguido que millones de personas en todo el mundo tengan acceso al conocimiento colectivo. El poder del colectivo.