Visita al estudio de Anish Kapoor antes de su gran exposición en la Bienal de Venecia

«Pensé que era importante traeros aquí para que vierais cómo funciona el proceso experimental », dice, y vuelve a un tema recurrente en sus obras, que califica como un ejercicio constante de «psicoanálisis» personal. También hace una crítica: «el mercado juega un papel tan importante que se ha apoderado de todo. Y tenemos que recordarnos a nosotros mismos que no somos fabricantes de mercancías, que lo experimental es absolutamente esencial en el arte » y «ese es el riesgo que tenemos que seguir tomando, esa es la base sobre la que trabajamos» en este espacio.

«Yo soy, ya sabéis, oriental, de origen indio, así que no puedo dejar de lado la pregunta recurrente sobre la trascendencia y la permanencia». «Tal vez sea cultural», dice, antes de asegurar que «lo sublime está lleno de asombro» , pero a veces también de «terror» y de «vértigo». Todo eso está plasmado en sus imponentes pinturas y esculturas , donde destaca una con forma de volcán, imponente , en rojos y negros, gigantesca, que pesa más de dos toneladas y media y que irá colocada en forma invertida en el techo.

«Cuidado con vuestros bolsos y abrigos, que hay pintura roja por todas partes», advierte con una sonrisa mientras nos guía por entre esta montaña, cuadros mucho más altos que nosotros, sus famosos espejos cóncavos, y paredes con grafitis con sus propios pensamientos , con el sonido de fondo de lijas y taladros y un penetrante olor a pintura y silicona. Para llevar a cabo un trabajo de esta magnitud, necesita apoyo. «Hay siete personas que trabajan conmigo en el taller y otras más, también maravillosas, en la oficina», explica. Algunos nos saludan al pasar, enfundados en monos blancos, mientras empuñan herramientas o embalan cuadros antes de su partida hacia Venecia.

Y también está John, encargado de buscar «el negro más puro» que es «increíblemente difícil de alcanzar» dice Kapoor. Para ello, ha recurrido a la nanotecnología , que mediante un sistema especial captura la luz en el color negro en cualquier superficie como si de un agujero negro se tratara. «El 99.8% de la luz es absorbida y queda atrapada». El resultado es un juego de magia , que empieza con cuadrados negros, «vacíos», como los del ruso Kazimir Malévich , al que Kapoor menciona, pero va más allá, ya que al cambiar la perspectiva se transforman ante los ojos en «objetos de cuatro dimensiones». Ver para creer.

Las obras del artista, nacido en Mumbai, India en 1954 y que tiene también la nacionalidad británica tras una vida entera de trabajo en Reino Unido, se exhiben de forma permanente en las colecciones y museos más importantes del mundo, desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York hasta la Tate de Londres, pasando por ciudades como Bilbao o Milán. La exposición en Venecia tendrá elementos retrospectivos junto con nuevos cuerpos de trabajo, presentando momentos clave en la carrera del artista, y se mostrarán por primera vez estas obras innovadoras , creadas con nanotecnología de carbono.

El comisario de la exposición, Taco Dibbits, director del Rijksmuseum de Ámsterdam, considera que «todos los artistas, por muy vanguardistas y contemporáneos que sean, debaten con los que les han precedido» por lo que «la Gallerie dell'Accademia es el sitio perfecto para que un maestro moderno explore los temas que siempre han ocupado a escultores y pintores» y llamó la atención sobre «los últimos trabajos de Kapoor que, utilizando la nanotecnología más avanzada, prometen ser una revelación».