Una turista estadounidense devuelve al Foro Romano un mármol que robó y pintó como señal de amor

«Quiero devolver esta piedra romana a su lugar legítimo. Por favor, perdonadme por ser una americana maleducada y haber cogido algo que no me pertenecía. Me siento terriblemente culpable, no solo por habérmelo llevado, sino también por haber escrito en él», escribe en la carta. La turista reconoce que solo ahora se ha dado cuenta de su error: «Estuvo muy mal por mi parte. Solo ahora, como adulta, me doy cuenta de lo imprudente y despreciable que fue hacerlo. Pasé horas tratando de eliminar lo escrito en la piedra, pero sin éxito », sigue.

La dirección del Museo Nacional Romano, ha colocado en su página de Facebook una foto con el trozo de mármol, explicando que «no se trata de un resto arqueológico romano robado al Museo, sino que fue encontrado en algún lugar de Roma por la joven estadounidense, quien ahora ha querido restituirlo a la capital italiana ». La dirección del Museo ha aprovechado la doble vertiente de esta historia, el arrepentimiento y un robo al patrimonio, para enviar un mensaje universal: La necesidad de tomar conciencia de que el patrimonio no son solamente los monumentos, sino que cada fragmento o piedra pueden constituir un conjunto de historias que crean el patrimonio y la historia universal.

Así lo resalta el propio museo en su escrito en Facebook: «Robar un resto arqueológico de un museo o un área arqueológica significa no solo no entender su valor de testimonio histórico, de un objeto frágil que debe ser tratado con el debido cuidado, sino también privarlo de la información que trae consigo y, en consecuencia, de la realidad que puede documentar. Los museos y los parques arqueológicos son de todos : quien se lleva una parte, incluso la más pequeña, para tenerlo todo para sí, comete un delito».

La directora del Museo Nacional Romano, Stéphane Verger , ha dado algunos detalles de esta pequeña pero ilustrativa historia: «El paquete llegó desde la ciudad de Atlanta. Dado el tenor de la carta, podemos imaginar que es una mujer joven: en el 2017 debió haber venido a Roma como turista y tomó este fragmento de mármol para regalárselo a su novio. Me ha causado impresión precisamente porque es una joven: se dio cuenta de que estaba equivocada. Es un gesto espontáneo, pero fruto de una reflexión consciente ».

No se descarta que Jess ha seguido el ejemplo de Nicole, la canadiense de 36 años que en octubre pasado devolvió otro resto arqueológico robado en Pompeya años antes, durante un viaje . La noticia adquirió relieve internacional, porque la canadiense Nicole admitió que le trajo muy mala suerte, con graves problemas familiares y enfermedades.

La directora del Museo, Stéphane Verger, plantea esta hipótesis: «Quién sabe, tal vez Jess también tuvo noticias de la señora canadiense relacionada con Pompeya, tal vez este año 2020, dramático por la epidemia de Covid, la hizo reflexionar, removiendo también su conciencia». La directora ha explicado que el mármol tiene un valor limitado, pero su devolución tiene una gran carga simbólica : «Es un mármol originario de Asia Menor, muy común en el Imperio Romano. Probablemente fue robado de un parque arqueológico, tal vez del Foro Romano. El caso es que después de tres años del robo lo devolvió: es un gesto simbólico muy importante».