El sector cultural suspende al Gobierno de Rajoy

El estudio, titulado «Igualdad y Diversidad en la Era Digital », pretende hacer una radiografía del sector con especial atención este año a las brechas que se generan en la cultura por determinadas situaciones de desigualdad. En la encuesta, el informe asegura que se registra una «tendencia a la baja preocupante» de la opinión de varios agentes culturales respecto a la situación del mundo cultural.

En general, la cultura española recibe un suspenso , con una nota media de 4,4 puntos, una disminución de dos décimas en relación al informe de 2016 (4,6), que había conseguido una ligera mejoría respecto a 2014 (4,5), pero con «un claro retroceso» en relación a 2011 (5,1). Sin embargo, en la pregunta de si el Gobierno en minoría augura mayores apoyos públicos, los encuestados muestran su pesimismo, al ofrecer una valoración media del 4,1. La posibilidad de que la oposición pueda «mejorar el trato fiscal» es vista con buenos ojos, con un resultado medio de 5,9 puntos.

En general, las políticas públicas culturales y de cooperación , la remuneración justa de los creadores, la proyección exterior de las PYME culturales o los intercambios culturales reciben las puntuaciones mínimas de los participantes. El destino de la cultura española en su relación con redes y soportes digitales, tanto desde creación como de usuarios, es por el contrario la nota positiva de la encuesta, vista con gran optimismo por los agentes del sector.

En una visión general del sector, el informe de la Fundación Alternativas remite al año 2015, cuando se contabilizaba un total de 112.037 empresas culturales (un 3,5% del total de la economía española). En ese mismo año, el empleo cultural se evaluaba en 515.000 personas (un 2,9% del total) y el consumo cultural se estimaba en 11.968 millones de euros, con un gasto medio por hogar de 651,4 euros por año y de 260,4 euros al año por habitante. En su conjunto, la economía de la cultura española ascendía a un 2,5% del PIB.

El informe resalta un «malestar» con las políticas públicas y pone sobre la mesa «recetas vitales» como la restauración del Ministerio de Cultura como «única vía de que gane peso político en regulaciones y estrategias de desarrollo»; la recuperación de los presupuestos culturales; la vuelta al IVA reducido para todo el sector o el Estatuto del Creador.

El informe desgrana por apartados algunas de las amenazas y necesidades de distintos sectores culturales . Así, por ejemplo, en cuanto a los teatros, una de las conclusiones apunta a que «en el futuro próximo» la transición al digital «traerá más oportunidades que amenazas». El informe insta al INAEM y a la red pública de teatros a «repensar sus modos de relación» con el sector, al tiempo que contempla la posibilidad de reconvertir una parte de los teatros públicos de titularidad local en «centros de creación» al modo francés.

En música , reivindica la posibilidad de estudiar el caso suizo aplicado a las escuelas, con la introducción de la educación musical obligatoria, «gratuita y de calidad», para equipararla a «las matemáticas o las lenguas». Para los libros , reconoce que los editores «deben entender» que la lectura de un libro en papel «compite contra una inmensidad» de contenidos autoeditados y opciones de entretenimiento en internet. «En definitiva, el libro en papel irá perdiendo fuelle de manera gradual», augura el documento.

En el sector audiovisual, las propuestas giran en torno a «cambios urgentes» en la Ley Española Audiovisual en la línea de las recomendaciones europeas, tales como la oblicación de ofrecer versiones originales subtituladas en todas las lenguas oficiales en España o que la mitad de la cuota del 30% de producciones europeas sean obras españolas.

En cuanto a los videojuegos , reclama una «labor pedagógica» en los medios de comunicación sobre lo que constituye este sector para España, además de la «adecuación de competencias educativas» en torno a las nuevas profesiones del mercado digital ante el crecimiento del sector en los próximos años.