Suscríbete a
ABC Cultural

Viaje al santuario francés del toro bravo

Vic-Fezensac, un minúsculo pueblo de tres mil y pico vecinos, es lugar de devoción de los aficionados exigentes: «Aquí seguro que tienen más pitones, más casta y no se regalan las orejas»

El Niño de la Capea reaparece a los 69 años: «Pensarán que estoy loco, pero quiero reivindicar la importancia de mi generación»

La plaza de Vic-Fezensac tiene capacidad para los 6.500 asientos. En el pueblo hay tres mil y pico habitantes DAVID CORDERO
Juan Antonio P�rez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Boris Logier , de 17 años, anda concentrado en la puerta de cuadrillas y pasaría por un novillero si no fuera vestido de calle. Ha venido a Vic-Fezensac desde Nimes, en la otra punta del sur de Francia, donde también hay toros este ... fin de semana. «Aquí seguro que tienen más pitones, más casta y no se regalan las orejas », dice convencido en un aceptable castellano. Hace pocos días que cumplió un sueño tras haber ahorrado el dinero suficiente: cogió un avión Marsella-Madrid para presenciar cuatro corridas de la feria de San Isidro por primera vez. «No hay palabras que describan lo que sentí cuando pisé la plaza de Las Ventas », afirma sonriendo. Lo suyo es pura afición, porque a mediados de agosto ya ha planeado asistir a la feria de Cenicientos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia