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ABC Cultural

Rotuladores gastados

Madagascar 2

(( EE.UU. 2008 90 minutos Género-Comedia Directores-Eric Darnell y Tom McGrath Animación

Aceptando lo odioso de la comparación, apuntemos y apuntalemos la incómoda verdad: mientras Pixar viaja en portaviones de primera clase superior, DreamWorks sigue zozobrando en la proa de un barco ebrio y, sobre todo, sin que nadie eche el ancla, pare las máquinas y pida tiempo muerto para revisar el cuaderno de bitácora. Sin nudos marineros ni gordianos: la factoría fundada por Jeffrey Katzenberg sigue confiando su suerte en: a) personajes con gancho y b) gags hilvanados con lana a veces apolillada en vez de hilo de cobre. En ocasiones los planetas se alinean y surgen películas más que estimables («Shrek» y «Kung fu panda»), y en otras cada órbita va por su lado y el anhelado slapstick se vuelve puro traspié o batacazo (véase «Bee movie» o, en menor medida, «Vecinos invasores»).

El problema es cuando se unen ambas corrientes viciadas, caso de «Madagascar 2»: en la anterior película nos hacían gracia el león, la jirafa, la cebra, la hipopótama y compañía, pero aquí la cosa va más justita. Mal indicio cuando el reclamo de la secuela es la canción del «me gusta el mueve, mueve» que ya nos machacó los oídos en la primera. Encima, las incorporaciones tampoco son para tirar cohetes: Makunga es una parodia del Scar de «El rey león» y Moto Moto recuerda demasiado al chef de «South Park». Y en cuanto a la historia se podría resumir en que el grupo salvaje sale de África y va a parar a... África. Más negra pero África.

Por supuesto, hay buenos golpes de humor, como la pánfila pandilla humana neoyorquina capitaneada por la abuelita «punky», o los monos resabiados y pingüinos relamidos que podría haber adoptado W. C. Fields como mascotas. Pero la desgana y el déjà vu acaban por contagiar a unos «dibus» tan poligonales y con escasa fortuna antropomórfica como en la peor tradición de la casa (recuérdese «El espantatiburones»). Lo dicho: urge comprar nuevos rotuladores con recarga reluciente. Carioca, a ser posible.

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