Podemos, ERC y Bildu presionan al PSOE para defender al cine independiente en la ley audiovisual

Estas productoras llevan avisando desde la semana pasada de que la nueva ley, tal y como está contemplada ahora, será la «muerte» del sector . Los socios de Pedro Sánchez , que la semana pasada dieron su visto bueno al texto en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, presionan ahora para evitarlo.

El enfado del cine independiente estalló por el cambio de una palabra en el artículo 110 de la Ley General de Comunicación Audiovisual . Las asociaciones advirtieron de que el cambio de una palabra –'dicho' por 'un'– modificaba la definición de productor independiente. Por ello, calificaron de «singularmente grave» la enmienda del PSOE, introducida a última hora y sin previo aviso. Esta semana han defendido que se trataba de «una mejora técnica».

La enmienda transaccional de los socios pretende que el texto del artículo 110 vuelva a su versión original: «Se considera productor independiente a efectos de este capítulo a la persona física o jurídica que no está vinculada de forma estable en una estrategia empresarial común con un prestador del servicio de comunicación audiovisual obligado a cumplir con lo establecido en los artículos 115 a 117 y que asume la iniciativa, la coordinación y el riesgo económico de la producción de programas o contenidos audiovisuales, por iniciativa propia o por encargo, y a cambio de una contraprestación los pone a disposición de un prestador del servicio de comunicación audiovisual». En lugar de «un», el PSOE añadió aquí un «dicho».

AECINE, DIBOOS, MAPA, PIAF, PROA y PROFILM, agrupadas en la Plataforma Audiovisual de Productoras Independientes (P.A.P) , y PATE Productores audiovisuales explican así el agravio: «Las productoras vinculadas a un proveedor de servicios de comunicación, tendrán la consideración de independientes cuando produzcan para otros proveedores de servicios de comunicación compitiendo de forma desleal y con injusta ventaja con los verdaderos productores independientes».

Unidas Podemos no aclara el sentido de su voto; si abstención o en contra, pero está claro que si el PSOE no acepta la enmienda transaccional que han registrado junto a Bildu y ERC no apoyarán el texto. La ley podría decaer sin necesidad del 'no' de Unidas Podemos. Si la derecha vota en contra bastaría con la abstención de los socios morados y un 'no' de ERC o Bildu. La presión al PSOE para revertir su cambio aumenta por el enfado de los productores, les acusan de asestar «un golpe de gran dureza para la producción independiente y al sector cultural vinculado a la misma, cuya viabilidad pasa a estar gravemente amenazada».

El texto salió adelante la semana pasada en la Comisión de Economía con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, PNV y ERC, el 'no' de PP, Vox y Junts y la abstención de Bildu y Ciudadanos. Los morados aceptaron a pesar de criticar el «poco compromiso» con los productores independientes y contar ya con fuertes críticas del sector. La razón es que no querían tumbar una ley que consideran importante para la industria y se veían con margen para negociar y que el PSOE se enmiende a sí mismo. En estos momentos, siguen negociando con los socialistas. Quedan menos de 24 horas para que se vote.

Un dirigente de peso de Unidas Podemos no se explicaba ayer por qué el PSOE hace méritos para ponerse a la cultura en contra. Otra voz de peso del grupo parlamentario aseguraba que ven «muy difícil» que la norma salga si los socialistas no se enmiendan. Ayer durante una rueda de prensa en el Congreso, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique , pidió al PSOE que den marcha atrás. «No concebimos que después de esta nota, el PSOE no vaya a rectificar -expresó Echenique-. Estamos hablando con ellos, intentando negociar».

Gabriel Rufián , portavoz de ERC, también mostró su malestar. El PSOE y los independentistas catalanes llegaron a un acuerdo para una mayor presencia del catalán en las producciones, por eso sería fastidioso para este grupo que la ley se tumbase. Mertxe Aizpurua , de Bildu, pidió al Gobierno «recapacitar» y lamentó que es una «oportunidad perdida» que da «más privilegios a los que ya tienen las grandes plataformas».