La peseta, testigo y protagonista de la historia reciente de España

La peseta ha sido, por tanto, testigo y protagonista de nuestra historia reciente. Por eso ABC ha decidido ofrecer a sus lectores una colección inédita que recorre a través de reproducciones de billetes y sellos de correos la historia de nuestra moneda; se trata de un volumen de 900 páginas, divididas en 60 fascículos, en el que relata la historia en España y en el mundo del dinero y de los sellos. A dichos billetes se han asomado personajes fundamentales de nuestra historia, desde Galdós a los Reyes Católicos, pasando por San Isidoro, Quevedo, Velázquez, Verdaguer, Pizarro, Bécquer, Falla, Hernán Cortés, el Cardenal Cisneros, Colón, Zuloaga, Albéniz, Romero de Torres, Cervantes o Menéndez Pelayo, además de Reyes como Fernando el Católico, Alfonso XIII, Carlos III o Juan Carlos I; o figuras como la Dama de Elche o Don Quijote. Términos como «rubia», para referirse a la moneda de peseta en latón; o «duro», para hablar de la moneda de cinco pesetas, forman parte del lenguaje cotidiano de varias generaciones de españoles.

El nombre de «peseta» deriva del catalán peça (pieza) y su diminutivo pesseta (piececita), y se decidió aplicarlo a la unidad monetaria por la popularidad que había adquirido el término, que no era nuevo en 1868. Ya desde el siglo XVII se designaba así al real de a dos y, posteriormente, al real de a cuatro cuando la equivalencia en la moneda se empezó a expresar en reales de vellón.

Las primeras monedas -de una peseta, la que posteriormente se conocería como «rubia»- se acuñaron en 1869. En su anverso aparecía, tras un dictamen solicitado a la Real Academia de la Historia, una personificación de Hispania recostada sobre los Pirineos y con Gibraltar a sus pies; y en el reverso el escudo de España. La primera emisión de papel moneda que expresó su valor en pesetas se produjo el 1 de julio de 1874: un billete de veinticinco pesetas.