Perú quiere reflotar el barco Virgen de Covadonga, hundido durante la Guerra del Pacífico

«Esto también es necesario rescatar para tener aquí como patrimonio cultural. Aunque no hay presupuesto, haremos lo posible para rescatar los restos de ese barco, que va a ser un gran atractivo turístico », afirmó Gálvez en un acto público.

«Es un patrimonio marítimo y cultura l. Servirá para tener un recuerdo de ese infausto acontecimiento y para que no deban ocurrir nuevos conflictos entre países hermanos», agregó posteriormente en declaraciones a periodistas.

La goleta Virgen de Covadonga fue usada por la Armada chilena en la Guerra del Pacífico después de ser arrebatada a la flota española . La nave, que tenía una eslora de 48,5 metros y estaba equipada con ocho cañones, fue hundida el 13 de septiembre de 1880 , cuando a su costado estalló una barca cargada de explosivos, lo que causó la muerte a 32 miembros de su tripulación, entre ellos a su comandante.

Tras el hundimiento, de la cañonera chilena se rescataron las partes y restos más valiosos para ser expuestos en el Museo Naval, antes de ser nuevamente detonada para intentar dejar libre el fondo marino. Desde entonces, todos los resultados para intentar reflotar la Virgen de Covadonga han sido infructuosos, ya que su estructura está partida en muchas piezas y apenas queda ya cubierta, por lo que lo único que se ha podido extraer son algunos elementos concretos como el ancla.

La Guerra del Pacífico, que enfrentó a Perú y Bolivia contra Chile, continúa a día de hoy provocando tensiones de diversa magnitud entre las partes contendientes. De manera periódica, distintas personalidades de Perú reclaman a Chile la devolución del Mónitor Huáscar , el barco peruano comandado por el almirante Miguel Grau, héroe de guerra de Perú, que tras la batalla de Angamos (1879) pasó a manos chilenas y ahora sirve de museo en el puerto de Talcahuano (Chile).

El último de ellos en hacerlo fue el excandidato presidencial Yohny Lescano (Acción Popular) durante la reciente campaña electoral, algo a lo que el alcalde de Talcahuano, Henry Campos, se negó tajantemente y lo invitó a visitarlo en las costas chilenas.