Pérez-Reverte y su sentida admiración por los artificieros «que cortan el cable rojo»

Arturo Pérez-Reverte ha tenido una relación bastante estrecha y amplia a la vez con el cuerpo de artificieros, o sea con los que «desactivan bombas», según explica en su último artículo en el «XL Semanal».

Así, el popular novelista escribe: «Me parece gente –los he conocido hombres y mujeres– de un temple extraordinario. De un valor y una sangre fría literalmente, si me permiten ustedes el chiste malo, a prueba de bombas.

En su dominical tribuna, Pérez-Reverte desarolla el vínculo que ha tenido con este gremio, que empezó en los 80 cuando les acompañó en el País Vasco, en calidad de periodista para el diario «Pueblo», para contar en un reportaje como trabajaban.

Después también conoció a otros artifieros en África, en países árabes, en los Balcánes... En fin, una larga retahíla de encontronazos que el creador de Alatriste describe con su tradicional estilo magnético.

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