El Museo del Mañana, de Calatrava, mejor destino cultural de Sudamérica

Según ha explicado la organización, estos premios son considerados los «Oscar de los museos» . Para elegir al ganador, un panel internacional de expertos selecciona distintos museos de todo el mundo que por su arquitectura, sus exposiciones, sus instalaciones o por todo su conjunto constituyen un referente en calidad y en contribución al panorama cultural internacional. Los premios reconocen a aquellas instituciones, organizaciones y ciudades que han realizado contribuciones ejemplares a la vida cultural local y cuyos museos se han convertido en escaparate de destinos emergentes.

El Museo del Mañana es una iniciativa del Ayuntamiento de Río de Janeiro , concebida y llevada a cabo en conjunto con la Fundación Roberto Marinho, institución vinculada al Grupo Globo, auspiciada por el Banco Santander como Patrocinador Máster. Según ha expresado el director general de la Fundación Roberto Marinho, Hugo Barreto, el centro «es un espacio de conocimiento que ofrece una reflexión ética sobre el mañana que quiere la sociedad, una visión de los futuros posibles que se pueden construir a partir de las decisiones, en una perspectiva de convivencia con el planeta y entre los hombres».

El museo ha sido visitado por más de un millón de personas en nueve meses lo que, según la organización, consolida al centro como símbolo de la recuperación urbanística de Puerto Maravilla. Así, explican que el centro ha dotado al barrio con nuevas infraestructuras para convertir un área anteriormente degradada en uno de los lugares de mayor atractivo de la ciudad brasileña.

El edificio, diseñado por Calatrava , está inspirado en la vegetación del entorno y la cultura brasileña, e incorpora elementos de arquitectura sostenible que le permiten operar con fuentes renovables como la luz solar, gracias a la incorporación en su cubierta móvil de paneles fotovoltaicos que pueden ajustarse para optimizar el ángulo de los rayos solares a lo largo del día y generar energía solar para el suministro del edificio.

El edificio emplea también el agua de la bahía para regular la temperatura del interior y para el suministro de los estanques que rodean el museo que, aparte de reflejar la estructura dotándola de mayor belleza, filtran el agua y la devuelven a la Bahía en una cascada al extremo norte de los jardines.