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Muere el poeta Ernesto Cardenal

Tenía 95 años; fue sacerdote, teólogo, escritor y político y uno de los defensores de la teología de la liberación en América Latina

El espíritu inquieto de Iberoamérica

ABC

ABC | Agencias

Ernesto Cardenal, el poeta nicaragüense de la revolución sandinista, el teólogo de la liberación, el científico, el místico, el monje trapense del monasterio de Gethsemani, ha muerto este sábado a los 95 años, según informa Reuters citando a fuentes familiares.

Fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana . Fue amonestado por el Papa Juan Pablo II en 1979, en el aeropuerto de Managua, por propagar doctrinas apóstatas.

«Nuestro gran poeta acaba de morir a sus 95 años, después de una vida entregada a la poesía y a la lucha por la libertad y la justicia», escribió la escritora Gioconda Belli en un mensaje dirigido a periodistas.

El poeta nicaragüense fue monje trapense en el monasterio de Gethsemani, Kentucky, bajo los auspicios de su maestro de novicios el poeta y místico Thomas Merton. A partir de su ordenación sacerdotal en Managua en 1965 fundó la comunidad contemplativa de Solentiname. Más tarde lucharía por la transformación política de su país, se enfrentó a la dictadura de Somoza, acompañó el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Popular el 18 de julio de 1979, y tras entrar clandestinamente en su país al día siguiente fue ministro de Cultura del Gobierno de Reconstrucción Nacional hasta 1987.

Cardenal se enfrenta a la curia y esas desavenencias se ejemplifican con la llegada de Juan Pablo II al aeropuerto de Managua en marzo de 1983. Cardenal se encontraba junto a los demás miembros del Gobierno sandinista y el Papa, frente a las cámaras de televisión, amonestó e increpó al poeta por propagar doctrinas apóstatas. En 1985 el Vaticano lo suspendió «a divinis», impidiéndole ejercer su ministerio sacerdotal. Tras décadas de purgación, el poeta fue rehabilitado por el papa Francisco .

Hace exactamente un año, Cardenal también dirigió una misa en su casa, una de las primeras desde 1985, después de que el papa Francisco lo absolviera «de todas las censuras canónicas».

Aunque estaba retirado de la vida política, tras haber pertenecido al Gobierno sandinista en los años 80 del siglo pasado, autor de «Epigramas» (1961) exigió al presidente Ortega en 2018 que detuviera «inmediatamente esta represión que está sufriendo nuestro pueblo».

Ese mismo año en diciembre, Cardenal recibió el Premio Internacional Mario Benedett i, que otorga Uruguay, y lo dedicó al pueblo nicaragüense y al adolescente Álvaro Conrado, una de las primeras víctimas de las protestas contra Ortega, que han dejado cientos de presos, muertos o desaparecidos. El prestigio del poeta nicaragüense le hizo merecedor del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2009, y la orden Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia. La obra del sacerdote trapense ha sido traducida a más de 20 idiomas.

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