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Los minúsculos «enemigos» que se comen la Roca Sagrada de Machu Picchu

Un estudio de la Universidad del País Vasco ha evaluado los microorganismos como algas y musgos que colonizan el monumento, y que le provocan un pequeño desgaste en el granito

Machu Picchu AP

EFE

Un estudio de la Universidad del País Vasco ha evaluado los microorganismos como algas y musgos que colonizan la Roca Sagrada de Machu Picchu (Perú), y que le provocan un pequeño desgaste en el granito, según ha informado la universidad vasca.

La Roca Sagrada es uno de los monumentos más importantes del santuario. Se trata de una roca granítica que la cultura inca utilizaba para el culto religioso, pues estaba considerada como la puerta de entrada entre la tierra y el cielo.

Debido a la localización y el clima del lugar, numerosas rocas de la ciudad arqueológica están afectadas por biocolonizaciones (algas, líquenes, musgos, cianobacterias, etc.)

Concretamente, en la Roca Sagrada «se observan diferentes exfoliaciones; es decir, presenta pequeñas pérdidas de material, que van laminando pequeñas zonas de la roca», ha explicado el doctor y profesor de la Universidad del País Vasco Héctor Morillas.

La Roca Sagrada de Machu Picchu

Según Morillas, «estas especies, una vez que penetran en el material por algún tipo de pequeño deterioro que se haya ido formando, se adhieren al propio material para poder nutrirse de los minerales propios de la roca y lo van degradando. Con el paso del tiempo, estos microorganismos pueden provocar pequeñas laminaciones, que pueden derivar en la pérdida progresiva de esta roca ».

El doctor está llevando a cabo una serie de trabajos de investigación relacionados con Machu Picchu, con la colaboración de las instituciones locales: Ministerio de Cultura de Perú y la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cuzco.

Así, se ha comenzado también con el diagnóstico del estado de conservación de diferentes construcciones, como templos, casas o áreas de meditación de la ciudad arqueológica; asimismo, se ha llevado a cabo un análisis del material de construcción que utilizaron en todo Machu Picchu y, por otra parte, están «estudiando las posibles alteraciones en el material granítico debido a posibles incorrectas restauraciones pasadas que se realizaron en ciertos lugares de Machu Picchu».

Por otra parte, el investigador ha realizado «un estudio de ecotoxicidad de la propia ciudad y de todo el entorno del parque arqueológico, en el que se ha analizado los posibles contaminantes en el suelo, el aire y el agua de lluvia».

Además, Morillas ha analizado pinturas rupestres situadas en el parque, con lo que han determinado los materiales utilizados para su realización. «Se cree que estas pinturas son muchísimo anteriores a la época prehispánica», ha explicado.

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