Miguel Falomir
Palabras de recuerdo por sir John Elliott
La muerte sucesiva y en un brevísimo lapso de tiempo de Jonathan Brown y sir John Elliott es un pérdida irreparable para el hispanismo y la cultura española, pero para el Museo del Prado supone además la desaparición de dos personas que no sólo lo amaron y estudiaron, sino que contribuyeron decisivamente a su mejora
Es muy difícil exagerar los méritos intelectuales de sir John Elliott y su enorme contribución al conocimiento de la historia de nuestro país. Lo ha sido todo y lo ha merecido todo, y sería necesario mucho espacio para ponderar sus logros y dejar constancia de ... los numerosos reconocimientos que mereció. Tengo para mí como la mejor definición de sir John la que me diera su gran amigo Jonathan Brown: «A gentleman and a scholar» . Quisiera señalar en este momento dos virtudes suyas que confirman esta definición: su enorme generosidad ¡cuántos historiadores españoles nos hemos beneficiado de ella, ya fuera en el Reino Unido o los Estados Unidos!, y su vigor, rigor y ambición intelectuales, intactos hasta sus últimos días, y que hicieron de él no uno de los mejores hispanistas, sino uno de los mejores historiadores de su generación.
La muerte sucesiva y en un brevísimo lapso de tiempo de Jonathan Brown y sir John Elliott es un pérdida irreparable para el hispanismo y la cultura española, pero para el Museo del Prado supone además la desaparición de dos personas que no sólo lo amaron y estudiaron, sino que contribuyeron decisivamente a su mejora. Ha querido además el destino que fallecieran unos meses antes del inicio de su proyecto más querido: la recuperación por parte del Prado del Salón de Reinos del antiguo Palacio del Buen Retiro , edificio al que dedicaron un libro memorable. Sir John, patrono de honor del Museo del Prado, solía preguntarme por la evolución del proyecto y a menudo me decía: «No llegaré a verlo». Al menos ha muerto sabiendo que será una realidad. A todos corresponde que así sea.
Miguel Falomir es director del Museo Nacional del Prado.