El mensaje de unión y resiliencia de los Mumin, la cálida familia nacida bajo las bombas de la II Guerra Mundial

El 30 de noviembre de 1939, la Unión Soviética comenzaba la invasión de Finlandia con un bombardeo aéreo en Helsinki, donde la joven Jansson residía con su familia. La autora trabajaba dibujando caricaturas políticas en la revista satírica 'Garm' y allí publicó una primera versión de Mumin a la que llamó Snork. Más tarde completaba la familia con Mamá Mumin y Papá Mumin y los enfrentaba a otro cataclismo en 'La gran inundación' , que se publicaba en 1945. Se han quedado sin casa y Mumin y Mamá Mumin buscan un sitio para vivir mientras esperan reunirse de nuevo con Papá Mumin . «Se cierne sobre ellos la amenaza de la aniquilación, la catástrofe, la gran inundación, los refugiados... Se ve cómo le influye la guerra», explica en un vídeo acerca de la obra Boel Westin, biógrafa de Tove Jansson. En el título aparecen la pérdida y el dolor, pero también la esperanza de un futuro mejor. «Ella dice en sus diarios que soñamos con crear una sociedad feliz, otro mundo –prosigue–. Quizá el universo de los Mumin es la realización de ese sueño».

Hay otro valor central en su obra que la autora tomó de su vida y que también ha cobrado gran vigencia en nuestros tiempos: su gran amor por la naturaleza . Todos los habitantes del Valle poseen un profundo respeto por ella, y las estaciones y fenómenos naturales son una constante en los libros. Algunas partes se leen ahora incluso como advertencias del cambio climático . Fueron los paisajes de la infancia de Jansson los que se filtraron al mundo de los Mumin. De pequeña, pasó los veranos en la casa de sus abuelos en el archipiélago de Estocolmo y después en Pellinki, en el archipiélago del Golfo de Finlandia. Nunca se cansó de explorar esas tierras. A principios de 1960, Jansson y su pareja, la artista gráfica Tuulikki Pietilä, construyeron una pequeña casa en una de sus islas, Klovharu, y allí pasaron más de 30 veranos. Las islas fueron para ella símbolos de libertad.

Los expertos señalan que la clave del éxito de los Mumin es el concepto de familia plasmado por la autora. Tolerantes, afectuosos y aventureros, en torno a Mumin, Mamá Mumin y Papá Mumin orbitan personajes dispares que también forman parte de su mundo de un modo que hoy no dudaríamos en llamar inclusivo. Unos y otros se ven envueltos en situaciones de lo más insólitas que la escritora ancla a lo cotidiano a través de un mordaz sentido del humor . Pase lo que pase, se mantienen unidos y ayudan a los demás, y esas son las armas con las que resisten cualquier desastre.

La escritora los creó basándose en su propia familia. Fue la mayor de los tres hijos del escultor Viktor Faffan Jansson y la ilustradora Signe Hammarsten-Jansson. En su casa, bohemia y caótica, eran frecuentes las reuniones y fiestas. «Tove vivió inmersa en un hogar creativo y, a menudo, sumamente excéntrico . Un mono llamado Poppolino que tenía de mascota (...) y una niñera que leía a Platón eran solo dos de los miembros nada convencionales que integraban la amplia 'familia' Jansson», afirma la historiadora del arte Alisia Grace Chase en el epílogo de 'Mumin', el primer volumen de tiras cómicas que publica Salamandra Graphic Kids.

Su fama comenzó a traspasar fronteras a partir de la tercera novela, 'El sombrero del mago'. Fue la primera en traducirse al inglés y enseguida comenzó a despegar. Charles Sutton, un agente de Associated Press, ofreció a Jansson un generoso contrato de seis tiras semanales durante siete años . Empezaron a publicarse en 1954 en el 'London Evening News'. Su popularidad fue ganando puestos hasta alcanzar millones de lectores.

La familia protagonizó siete novelas más que han sido traducidas a treinta y cinco idiomas. A ellas hay que sumar las tiras cómicas y tres libros de ilustraciones. Jansson llegó a recibir una oferta de Disney , pero la rechazó. Sus aventuras han sido llevadas al teatro, a la televisión y hasta a una ópera. Sin embargo, la escritora sentía que cuanto más crecía la 'Muminmanía', más se eclipsaba su faceta como artista, su verdadera vocación. «Ya no me siento segura dentro de mi cueva, siento que estoy atrapada dentro» , escribía en sus diarios. Empezó a dibujar a Mumin cada vez más grande para reflejar que se sentía engullida por su personaje.

Pero la familia vuelve a hacer gala de su resiliencia. Según el documental de la BBC 'Cuentos del mundo de los Mumin. La vida de Tove Jansson', la autora comienza su relación con Pietilä y conecta con ellos de nuevo. Escribe 'Los Mumin en invierno' y en él le hace un hueco como Too-Ticky. Mumin se despierta por primera vez de la hibernación, por lo que descubre un mundo nuevo.

En 1960 le pasa el testigo de las tiras a su hermano Lars y construye junto a Pietilä la casa de la isla de Klovharu, a la que solo se puede acceder en barco. Allí empieza 'Finales de noviembre', en el que la casa de los Mumin, otrora repleta de invitados que buscaban su reconfortante compañía, está vacía. La familia se ha marchado en un bote y no se sabe si volverá.