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ESPAÑA, CAMISA BLANCA

María del Mar Bonet: «Si me hubieran acosado habría reaccionado»

Celebra sus cincuenta años de carrera artística con el disco «Ultramar», sobre la música cubana

María del Mar Bonet EFE/Marta Pérez

Ha celebrado sus 50 años de carrera con un espectáculo nuevo. ¿Es que no se sabe sus «hits»?

Yo no vivo del pasado sino del futuro. El espectáculo es nuevo, pero las canciones antiguas se mezclan con las recientes, adaptadas a mi modo de verlas ahora.

Ha tocado músicas muy distintas.

No hay tantas diferencias entre culturas. Hay formas distintas de belleza, que yo intento aprender e incorporar a mi repertorio, a mi patrimonio, a mi forma de ser y de mirar.

Algo que decir.

Los que nos dedicamos a hacer música y poesía tenemos desde muy jóvenes algo que decir pero sólo con los años, el esfuerzo y las influencias adquirimos una voz propia para poderlo decir correctamente. La voz personal sale del estudio, del aprendizaje.

Mallorca, el mundo.

Yo busco a Mallorca en todas partes, Mallorca por ejemplo en Andalucía, con la Niña de los Peines, Camarón, Antonio Molina, Juanito Valderrama, Paco de Lucía, Martirio, Miguel Poveda, Manolo Sanlúcar. Busco lo que soy en lo que me interesa, y así aprendo y crezco. La música andaluza ha sido muy importante para mí y ha estado desde muy pequeña en mi vida.

La belleza.

En cualquier país he encontrado la belleza, pero también porque la he buscado. No entiendo a la gente que quiere destruir la belleza. La belleza del paisaje como ha ocurrido en Mallorca. Se están cargando la Sierra de Tramontana.

Los cruceros.

Ahora llegan menos cruceros pero con más gente en cada uno. En dos días pueden entrar en Palma 62.000 personas. El otro día vi en el Gran Canal de Venecia un crucero que era más alto que todos los edificios por los que pasaba. ¿Qué sentido tiene vivir en este mundo si no lo cuidamos?

El respeto al otro.

En los colegios se tendría que respetar al otro. El cuerpo del otro como si fuera un templo donde sin permiso no puedes entrar. Luego viene el paisaje. Luego los que son y piensan distinto. Yo creo que así evitaríamos muchas guerras.

Ser fuerte.

Mi madre me enseñó a ser fuerte, a defenderme desde mi fortaleza.

Plácido.

Conmigo nadie se ha pasado. Si me hubieran acosado, habría reaccionado en aquel mismo instante. Aunque también hay mucho cobarde que entran cinco contra una y le ponen una pastilla en la copa para anular su voluntad. Yo así tampoco podría defenderme.

Sexo, poder.

Forma parte de la naturaleza humana, también somos animales.

Cuba.

Me gustan sus ritmos, su sensualidad, sus colores, sus canciones del campo, sus mandolinas, sus laúdes y archilaúdes, tienen mucho que ver con nuestras guitarras. Me he sentido muy en casa celebrando mis 50 años de carrera con un disco sobre la música cubana.

Canciones de ida y vuelta.

He adaptado canciones populares mallorquinas que hablan de Cuba para cantarlas sobre melodías de música popular cubana. Canciones de ida y vuelta, las dos culturas se enriquecen.

Cuba es una dictadura.

En el trato con la gente no he encontrado tiranía, como Paul Simon no la encontró en el trato con los músicos africanos cuando grabó «Graceland». Tampoco habló del apartheid en su disco. Mi «Ultramar» es un disco sobre la belleza de la música cubana, tal como «Graceland» iba sobre la belleza de la música africana.

Cuba en su contexto.

Pero de todos modos quiero decir que aunque en Cuba no hay libertad de prensa ni política, yo en México o en Brasil he visto estampas mucho más espantosas de niños hambrientos y enfermos vagando por la calle. En Cuba los niños van al colegio.

La libertad.

Y también quiero decir que la libertad es muy frágil y que no hace falta vivir en una dictadura para perder libertad. En España, últimamente, hemos prohibido arte por su contenido político, hemos pedido cárcel para un rapero y la sensación es que la libertad de expresión tiene más sombras que nunca.

El capitalismo.

El capitalismo desaforado es empobrecedor, uniformizante. El afán de atrapar a la gente por el consumo. Hablamos de la esclavitud como si fuera muy de otra época pero en muchos países que nos abastecen las condiciones de vida no son muy distintas de aquellas otras épocas, que aunque nos cueste admitirlo, también están en la nuestra.

Resucite a uno que no conoció.

A San Francisco. Es el único santo que canta sus propias canciones. Me gustaría escucharlas y escucharlo: por lo poco que ha quedado de ellas y que he ido recopilando, me parece extraordinario. Me llega de él un halo muy especial que me recuerda a Ramon Llull, que fue hasta Jerusalén a predicar la paz y el amor.

La Iglesia que me gusta.

A mi la Iglesia que me gusta es la de Jesús echando a los fariseos del templo. Me gusta el amor, la sinceridad, la entrega a los demás, y no entiendo la Iglesia ligada al poder y a la política, ni la que margina a las mujeres. Me gustan el misticismo de Llull, San Juan de la Cruz, de Santa Teresa. Cuidan con amor y luz de nuestra inevitable parte trascendente.

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