Lily Allen y Liam Gallagher tuvieron sexo en un avión cuando él estaba casado

Los dos músicos coincidieron en un avión con destino al Fuji Rock Festival y en seguida se llevaron bien mientras bebían, lo que despertó la líbido de ambos y tuvieron un encuentro sexual en pleno vuelo.

«Liam y yo terminanos juntos en el baño haciendo algo que él no debería estar haciendo, y no me refiero a consumir drogas. Después terminamos en uno de esos asientos reclinables », recuerda Allen. La cosa no acabó ahí porque tras aterrizar el cantante de Oasis le propuso ir al hotel y ella accedió sin pensarlo.

El problema es que Liam estaba casado. Y, en seguida, le pidió que no hablara de lo que había sucedido porque estaba emparejado con Nicole Appleton , de All Saints , cosa que Allen desconocía. Todavía se complicó más el enredo cuando Gallagher contactó con ella para pedirle de nuevo que mintiera y le asegurara a Appleton que entre ellos no había pasado nada, algo a lo que ella accedió de mala gana.

«Seis meses más tarde estaba en el coche con mi chófer y sonó el teléfono. Era Liam. Su voz sonaba terrible, como si se hubiera pasado toda la noche despierto. Me dijo: 'Lil, necesitaba hablar contigo. Estoy con Nic. Uno de tus amigos va por ahí diciendo que tú y yo nos liamos y necesito que hables con Nic para decirle que es todo una sarta de mentiras'», escribe Lily.

Uno de los puntos más dramáticos de la autobiografía, que no estará exenta de otros tantos por la dura infancia de Allen, es cuando reveló hace unos días que había sido abusada sexualmente por un directivo de la industria discográfica.

Según cuenta la cantante de «Smile», el hombre, que fingió querer ayudarla con sus adicciones en 2015, la emborrachó con tequila y no recuerda nada. Volvieron a quedar y bebieron, y al despertar él estaba tratando de tener sexo con ella en un cuarto de hotel.

«Me desperté a las 5 de la mañana porque podía sentir a alguien junto a mí presionando su cuerpo desnudo contra mi espalda . Yo también estaba desnuda. Podía sentir a alguien tratando de poner su pene dentro de mi vagina y pegarme en el trasero como si fuera una stripper en un club. Me alejé lo más rápido que pude y salté de la cama, encontré mi ropa rápidamente y salí de su cuarto para dirigirme al mío», cuenta.

«No esperaba que se aprovechara de mi debilidad . Me sentí traicionada. Sentí vergüenza. Sentí ira. Me sentí confusa», añade. El nombre del ejecutivo en cuestión no ha sido revelado a pesar de que ella era partidaria pero sus abogados no. No lo denunció pero hizo una declaración jurada, explicó la artista a «The Guardian».