Los leones de la Alhambra regresan a su patio después de la restauración

El traslado se llevó a cabo a las 12 horas y duró unos seis minutos. El «León nº8» tuvo que bajar varias rampas instaladas para tal fin hasta aproximarse a su lugar. Una vez junto a la fuente, una grúa lo descolgó del carro en el que se encontraba para descender milímetro a milímetro hasta su posición.

Los técnicos tuvieron que modificar la colocación tras los ajustes y medidores de nivel hasta que se consiguió la perfección. Las autoridades y algunos turistas que se encontraban en el palacio aplaudieron la finalización del proceso. El león ya estaba en casa. Los otros once compañeros harán en esta semana, según anunció la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, el mismo recorrido.

¿Por qué el nº8 y no cualquier otro león? La contestación tiene una razón estética: «Es el que ofrece una mejor situación para ser retratado y para que las cámaras reflejen el proceso sin temor al típico contraluz», señaló uno de los técnicos.

La figura más fotogénica, de 300 kilos de peso, quedó instalada, una especie de adelanto de la nueva imagen del Patio de los Leones, que se verá completada con el enlosado en mármol de Macael del patio. Se recupera el estado del patio que describiera Jerónimo Münzer en 1494, tan solo dos años después de ser tomada la Alhambra por los Reyes Católicos: «...en el centro de uno de los palacios, una gran taza de mármol, que descansa sobre trece leones esculpidos también en blanquísimo mármol, saliendo agua de la boca de todos ellos como por un canal. Había muchas losas de mármol... No creo que haya cosa igual en toda Europa».

La instalación de las doce piezas culmina un proceso que comenzó en 2007 y que ha contado con un presupuesto de 2.160.000 euros. La restauración de las figuras, en la que ha trabajado un equipo formado por unas 200 personas, ha eliminado gruesas costras calcáreas que las recubrían, ha detenido la invasión de elementos biológicos, ha consolidado roturas de diverso origen, y ha permitido retirar elementos metálicos y adherencias muy perjudiciales, como el cemento. Además, ha proporcionado valiosa información para la interpretación artística, histórica y simbólica del conjunto.

El principio de autenticidad que ha guiado la intervención de los leones ha puesto de manifiesto el proceso minucioso y detallista que se siguió en la ejecución de esta joya escultórica. Aunque los leones aparentan ser iguales, ahora se puede apreciar multitud de rasgos que los singularizan. Cada bloque de mármol fue minuciosamente escogido en cantera por el tallista para que las vetas naturales de la piedra resaltaran las formas redondeadas del león y el modelado de su figura.

La reproducción de seres animados es prohibida por el islam, de ahí que la aparición de leones en la obra cumbre del arte hispanomusulmán sea un misterio paradójico. Recientes teorías apuntan a un origen judío de las piezas o indican que durante el reinado de Muhammad V se puso de moda el barroquismo, un estilo que se corresponde con el de los leones. El misterio continúa.