La Justicia francesa salva el Tintín erótico en los paisajes de Hopper: «Es una parodia»

La sociedad Moulinsart , que gestiona los derechos de los herederos de Hergé, había presentando una querella contra un artista francés, bretón, Xavier Marabout (54 años), acusado de «copiar» y «denigrar» la figura de Tintín.

El Tribunal de Rennes (217.700 habitantes), capital de la región de Bretagne, ha dictado sentencia favorable a Marabout, estimando que las obras del artista bretón son una «parodia, con intención humorística» y condenando a Moulins a pagar 20.000 euros de gastos procesales y otros 10.000 euros para indemnizar a Marabout de los «daños y perjuicios morales». La Justicia estima que « no hay confusión posible entre el Tintín de Marabout y el Tintín de Hergé».

Más allá del aspecto más o menos chusco de la historia, la sentencia abre una brecha sensible en el gran arte de la imitación pictórica .

Marabout comenzó estudiando ciencias y farmacia, para luego empezar su vida laboral como ingeniero comercial especializado en la venta de productos médicos. Hasta que se hartó y decidió cambiar de vida, como artista, pintor, acuarelista, con un gusto muy personal por la imitación.

Recordando los héroes de los dibujos animados de su infancia, Marabout tuvo cierto éxito con sus primeras exposiciones consagradas a revisitar la obra canónica de Tex Avery y sus personajes de películas de dibujos animados. Y decidió continuar su carrera imitando a grandes maestros, como Picasso y Hopper , entre otros. Para terminar descubriendo el filón que lo ha hecho famoso: situar a Tintín en paisajes e interiores de Hopper… con un éxito fulminante.

Marabout «revistió», a su manera, con mucho pudor, paisajes y escenas célebres de Edward Hopper (1882 - 1967), el grandísimo maestro de la figuración metafísica norteamericana. Y terminó «instalando» a Tintín en esos escenarios de leyenda artística. Con matices muy sensibles y personales. El Tintín de Marabout tiene un gusto muy suyo por las chicas guapas, muy guapas y ultra guapas, muy ligeras de ropa , expuestas en los interiores y exteriores de Hopper.

El resultado de ese «diálogo» imaginado por Marabout entre Hopper y Tintín es muy feliz, francamente «sexy» , sin caer en vulgaridades de ninguna especie. Los paisajes metafísicos de Hopper están tratados con una fidelidad alejada de la tristeza abismal del creador americano. Y el personaje de Hergé cobra una vida sencillamente inesperada.

El Tintín original no tiene vida erótica ni sexual conocida. El Tintín de Marabout es un poquito «pícaro», con interesada elegancia, siempre al «acecho» y «muy próximo» a las señoras y señoritas de una imaginería pop , siempre dispuestas a mostrar generosamente sus piernas, muslos y siluetas en posiciones digamos que sugestivas.

Otro artista de otra envergadura, Jan Bucquoy, había concebido numerosos álbumes consagrados a la vida sexual de Tintín. De un tórrido porno pop. Y llegó a contar la historia de algunas visitas prostibularias del héroe de Hergé. El «neo sexy» de Marabout es otra cosa: una vida erótica de «voyeur» elegante . Antes del proceso de Rennes, las obras de Marabout se vendían entre los 3.000 y 12.000 euros. La sentencia favorable quizá eleve su cota comercial.