Joaquín de Luz: «Mi sueño es tener una compañía que me hubiera hecho en su día quedarme en España»

Joaquín de Luz se formó en la escuela de Víctor Ullate, con cuya compañía empezó su carrera, antes de trasladarse, en 1995, al Pennsylvania Ballet. En 1997 viajó a Nueva York para incorporarse al American Ballet Theatre , donde alcanzó la categoría de solista, y seis años después ingresó en el New York City Ballet , donde llegó a ser primer bailarín.

Ha actuado con numerosas compañías como bailarín invitado -desde el Ballet Nacional de Cuba hasta la Compañía Nacional de Danza- y ha actuado incluso en Broadway, en el espectáculo «On your toes». En octubre del pasado año, Joaquín, perteneciente a una magnífica generación de bailarines surgidos de la escuela de Víctor Ullate –formada entre otros por Tamara Rojo, Ángel Corella, Lucía Lacarra y Carlos López –, colgó las zapatillas.

El nuevo director de la Compañía Nacional de Danza, que comenzará su labor el 1 de septiembre y que se ha impuesto a otros doce candidatos, se mostraba ayer enormemente ilusionado. «Vuelvo a España después de veintitrés años fuera para asumir esta gran responsabilidad ». Destacó «la gran labor realizada por José Carlos Martínez –«cuando vine a trabajar con la CND me encontré una compañía mucho mejor de lo que me esperaba»– y expuso su intención de seguir en la línea que el cartagenero ha marcado. «Tendrán cabida todos los estilos: clásico, neoclásico, contemporáneo, nuevas tendencias... »

Tiene en mente Joaquín de Luz contar con su propio equipo –puede designar libremente a tres personas–, pero no quiere dar nombres aún. «Lo que sí puedo decir es que será el mejor equipo». Y también deja momentáneamente en secreto los nombres de los coreógrafos con los que quiere contar, aunque sí adelantó su intención de dar voz a coreógrafas españolas , «que no han tenido la luz que se merecían».

Continuar construyendo lo que hay. Esa es la idea de Joaquín de Luz, que para ello realizará talleres para impulsar la creación actual, impulsará las giras nacionales e internacionales. Con ello espera « organizar y recoger el enorme talento artístico y creativo ». Y pretende «desarrollar la identidad de la Compañía Nacional de Danza que la distinga de las demás, y también el patrimonio inmenso y espectacular de la danza en España». Para ello no descarta –«me encantaría»– establecer colaboraciones con otros estilos de danza e incluso con otras disciplinas . Y para él se reserva tres colaboraciones al año. La reposición de un clásico versionado por él y dos coreografías pequeñas. «Mi sueño –concluyó– es que tengamos una compañía que en su momento me hubiera hecho quedarme en España»