Colegios de España
Jean Bastianelli: «El francés no desaparecerá, preocúpese del catalán»
ABC entrevista al director del Liceo Francés de Barcelona, quien asegura que trabaja «siempre en relación con la lengua, la cultura y la Historia del lugar en el que está»
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Iniciar sesiónQué es el Liceo Francés.
Un colegio que no sólo se basa en la enseñanza de los planes de estudio y de la cultura francesa, sino en los valores de la escuela francesa tales como la democracia, la laicidad y el respeto de todo el ... mundo.
La laicidad no es una forma de respeto, sino de mediocridad.
Aunque el Liceo Francés funcione en Barcelona como un centro privado, su titular es el Estado francés.
Tuve que pedir la entrevista a su embajada. Un poco raro, ¿no?
Yo soy un funcionario.
Antes el francés era la segunda lengua de prestigio, ahora lo es el inglés. ¿Está el Liceo Francés en retroceso respecto de las escuelas inglesas y americanas?
Es evidente que hoy sin el inglés no podemos sobrevivir. Por eso en el Liceo lo enseñamos muy bien. Pero la existencia del Liceo certifica la voluntad de continuar propagando la cultura francesa, de no encerrarla dentro de los muros de Francia.
Josep Pla le dijo a Armand Carabén: «No lleve a sus hijos al Liceo Francés, que acabarán como los negritos de Senegal que se creen que su poeta nacional es Baudelaire».
Un Liceo Francés trabaja siempre en relación con la lengua, la cultura y la Historia del lugar en el que está. En Barcelona, con el español y el catalán. Si no fuera así, no tendríamos la presencia mundial que tenemos. Hay 500 Liceos en el mundo en los que medio millón de alumnos estudian tanto su cultura como la nuestra.
Niños, niñas, niñes. El Liceo es un colegio laico. ¿Pero también líquido? ¿No creemos en Dios pero creemos en cualquier moda por artificiosa que resulte?
Nuestra educación no sólo abarca lo académico sino lo que comporta vivir juntos. Es importante el respeto a todos y todas, ser abierto de miras. Tenemos programas de formación medioambiental, social, sexual y dentro de la sexual, de respeto a la personalidad e identidad de cada persona. Tenemos, y esto es importante, programas de reflexión moral sobre las cuestiones éticas de actualidad.
O sea, tenemos de todo menos catequesis. No creer es la forma más integrista de creer, seguramente. Y además, es peligroso gastar tantas energías en ingeniería social cuando la gran cultura francesa está en claro retroceso.
El francés no desaparecerá. La francofonía tiene una gran vitalidad. El Liceo está en el corazón del desarrollo del francés en el mundo. Por la supervivencia del francés no hace falta preocuparse. Hay otras lenguas que sí merecen que nos preocupemos. En Barcelona me he dado cuenta de ello.
Usted es francés: una capital, París. Una lengua, la de Proust. ¿Cómo ve la tensión entre Madrid y Barcelona, y la existencia del catalán?
Yo soy germanista de profesión. Trabajé muchos años en Alemania, que no funciona con una sola capital sino con muchas ciudades importantes, cada una con su identidad. Estoy cómodo con ello. Vivía en Múnich, Baviera, donde se sienten muy de su región y de su cultura. Soy francés, pero mi mirada es menos francesa y parisina que tal vez la suya.
Esto es un elogio.
Además, aunque París ha sido central en el desarrollo de Francia, muchos parisinos se están yendo de la capital porque pueden trabajar a distancia y tener mejor calidad de vida.
No, no. Se van porque son pobres y porque hay que tenerlos muy bien puestos para comprarse un piso como Dios manda en el París que nos gusta y nos merecemos.
Se van porque fuera de París encuentran un bienestar y una riqueza cultural de una gran calidad. Espectáculos, festivales, sobre todo en verano. Ya no todo sucede en París.
Hable por usted. Y por cierto, no me ha contestado lo del catalán.
Me parece extremadamente interesante como lingüista. Hay que encontrar el equilibrio desde el respeto.
Ahora entiendo por qué no me había contestado.
Los liceos franceses siempre se interesan en las lenguas del lugar donde se encuentran.
Hoy la exigencia es considerada una forma de fascismo.
La exigencia es imprescindible. El trabajo de los alumnos, el acompañamiento de los profesores y el apoyo de las familias. En el Liceo lo resumimos con dos palabras yuxtapuestas: exigencia, atención. El alumno sabe que tiene que esforzarse, y que le ayudaremos.
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