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ABC Cultural

El inevitable encanto de la fealdad

Más de una década después de que Umberto Eco abordase el tema, Gretchen E. Henderson recoge el testigo del italiano y publica un ensayo que explora la historia de todo eso que ha dado en llamarse «feo»

«La duquesa fea», del pintor flamenco Quentin Massys ABC
Bruno Pardo Porto

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Escribía Tolstói al principio de su inmortal « Anna Karenina » que «todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada». Del mismo modo, Umberto Eco sostenía que la belleza es aburrida ... porque siempre sigue «ciertas reglas», mientras que la fealdad, en cambio, emerge de forma impredecible, ofreciendo «un abanico infinito de posibilidades» Ya se sabe: un ojo de más, una ceja de menos... Si decimos, como se ha dicho y se dice, que la belleza es «esto» (un canon), entonces la fealdad puede ser todo lo demás, y no tan solo todo lo contrario. El italiano lo sentenció con guasa: «La belleza es finita. La fealdad es infinita, como Dios».

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