Iceta, sobre el veto cultural a Rusia: «Seguiremos leyendo a Tolstói, a Dostoyevski y a Turguénev»

«Somos admiradores de la cultura rusa, pero condenamos las decisiones de la Federación Rusa, que ha aceptado la invasión de un país independiente y soberano y la perpetración de acciones bélicas que afectan durísimamente a la población civil y provoca un éxodo masivo», dijo Iceta, un día después de que el Ministerio de Cultura instara en un comunicado «a la suspensión de los proyectos e iniciativas en curso con la Federación Rusa, así como la cancelación de aquellas que se hubieran previsto y aún estuvieran pendientes de iniciarse».

En los últimos días, en España se han producido cancelaciones como las de las funciones del Ballet Bolshoi en el Teatro Real o del Ballet del Teatro Mariinsky en el Festival de Peralada con motivo de los bombardeos de Rusia sobre Ucrania. El Liceo de Barcelona también canceló las actuaciones del pianista Denis Matsuev o la soprano Anna Netrebko. Y ahora, tras la adhesión de España a la postura comunitaria, desde el Gobierno no se promoverán iniciativas conjuntas con el Ejecutivo ruso.

Según Iceta, esto no significa que el ministerio tenga la intención de degradar la cultura rusa, sino que se suspenderá «la colaboración institucional» con el país. El ministro tiene claro cuál es la diferencia entre «un pueblo y un Gobierno» y por eso, dijo, seguirá leyendo a Tolstói, a Dostoyevski y a Turguénev. Hace unos días, la Filmoteca de Andalucía anunció la cancelación de la proyección de 'Solaris', de Andréi Tarkovsky, por «la delicada situación mundial».

Sobre la próxima reunión del consejo de Patrimonio Mundial que estaba prevista celebrarse el próximo mes de junio en la ciudad rusa de Kazán, el ministro adelantó que la posición «unánime» de los países de la UE es no participar y pedir a la Unesco un cambio de localización. El Gobierno, como miembro del Comité Nacional Español de Escudo Azul se sumó ayer al recordatorio de que «de acuerdo con los compromisos adquiridos a través de la ratificación de la Convención de la Haya para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (1954) deben establecerse los mecanismos necesarios para garantizar la conservación, salvaguarda y respeto a los bienes culturales y naturales».