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Hallan los restos de un antiguo monasterio del siglo XIII en Manresa

Las excavaciones junto a la torre de Santa Catalina han hecho aflorar los vestigios de la iglesia de San Cristóbal, que en el siglo XVI se reconvirtió en la de Santa Catalina

Parte del conjunto que ha salido a la luz en Manresa Ayuntamiento de Manresa

ABC

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los terrenos junto a la torre de Santa Catalina de Manresa, conocidos como los Plans de Santa Caterina, han descubierto los restos de un antiguo monasterio del siglo XIII, el de San Cristóbal , sobre el que tres siglos después se levantó la iglesia de Santa Catalina . En los trabajos se han hallado además fragmentos de cerámica de época romana (siglos II-III) y una sepultura excavada en la roca, probablemente de época altomedieval.

Los primeros indicios de que a unos 200 metros de la torre se escondían estas históricas estructuras se localizaron en 2013, cuando el historiador manresano Jordi Piñero encontró material cerámico en superficie en esta zona, en una colina cubierta de vegetación boscosa entre campos. En su estudio histórico de 2016, Piñero ya apuntó la posible existencia del yacimiento. Desde entonces el Ayuntamiento de Manresa emprendió acciones para ir delimitando el yacimiento. Se realizaron sondeos con georadar y calas arqueológicas que permitieron documentar los muros perimetrales del recinto. En el sector oeste, afloraron restos de lo que podría ser un horno de obra de época romana, una construcción que habitualmente se encontraba en las afueras de los asentamientos.

Siguiendo estos estudios preliminares, se excavó el lugar y ahora ha quedado a la vista la planta de la iglesia y otras construcciones adyacentes que muestran que entre el siglo XVI y el XIX, hubo una explotación vitivinícola. Se ha identificado una bodega, una tina, dos cazuelas de prensa, un establo y varias estancias más. Los arqueólogos han encontrado además una sepultura vacía excavada en la roca, probablemente de época altomedieval (siglo X-XI).

La iglesia, que primero fue conocida como de San Cristóbal y posteriormente como Santa Catalina, es de planta rectangular y está orientada en sentido este-oeste, con el presbiterio situado al este y diferenciado de la nave por dos escalones interiores. En los restos se observan dos fases: un muro original de piedra ligada con arcilla del siglo XIII y una reforma hecha con la reutilización de los bloques originarios, unidos con mortero en el siglo XVI.

Un importante cruce de caminos

La ubicación elegida para este monasterio de San Cristóbal se correspondía seguramente con un cruce de caminos entre Montserrat, Manresa e Igualada , de gran importancia desde el siglo X. Los edificios originales fueron derribados durante la guerra civil catalana (1461-1472) y la capilla fue reconstruida nuevamente en 1502 por orden del Consejo Municipal de Manresa. «Parece que en 1586 se inauguró un retablo dedicado a Santa Catalina de Alejandría, por lo que a partir de ese momento fue conocida con el nombre de capilla de Santa Catalina», informa el Ayuntamiento de Manresa en una nota .

El edificio habría quedado definitivamente abandonado y derruido entre los siglos XVIII y XIX . Por los materiales encontrados y las noticias históricas, los arqueólogos creen que el abandono se produjo con la Guerra de la Independencia y concretamente con el saqueo de Manresa documentado en 1811. Al inicio de la primera Guerra Carlista, en 1833, el edificio ya debía de estar en ruinas y su piedra se reutilizó para levantar la torre de Santa Catalina , que tomó su nombre. De hecho, en la torre se observan bloques de piedra reutilizados que son de tamaño similar a los encontrados en el yacimiento.

Al lado de la nave de la iglesia han hallado una sepultura excavada en la roca sin restos humanos. Según los arqueólogos, podría formar parte de una necrópolis altomedieval (siglo X-XI) anterior a la construcción de la iglesia y que podría explicar que ésta se levantara allí.

Al este se han localizado dos estancias. Una fue probablemente un establo y en otra se han localizado dos prensas. Otra de las habitaciones que se han identificado es una gran sala alargada, también junto a la iglesia, que tendría la función de bodega . En ella se ha encontrado una tina circular de unos 180 centímetros de diámetro, revestida con losas.

Otra de las estancias descubiertas habría sido destinada a un pequeño almacén de la sala de prensado y sobre una, de doble piso, no se ha podido determinar su uso. Todos los materiales recuperados en esta última son más antiguos que los del resto del conjunto. Ha aparecido un estrato muy arcilloso rojo con pequeños fragmentos cerámicos de epoca romana mezclados con tierra que, de momento, no se han podido asociar a ninguna estructura de aquella época.

Visitas en primavera

Los concejales de Cultura y de Urbanismo de Manresa, Ana Crespo y David Aaron López, presentaron ayer el yacimiento a la prensa acompañados por el arqueólogo responsable de la excavación, Eduard Sánchez Campoy, de la empresa Catarqueòlegs, y del historiador Jordi Piñero.

El yacimiento se integrará en el Plan Especial Urbanístico de Protección del Patrimonio de Manresa, como elemento patrimonial protegido para su correcta preservación y gestión. El Ayuntamiento añade en su nota que su voluntad es seguir estudiándolo para ampliar el conocimiento de la historia de la ciudad. Hasta el momento se han destinado 30.005 euros y para este 2021 se ha previsto una partida de 40.000 para llegar a los estratos que faltan por excavar y para consolidar, restaurar y conservar las estructuras que han aflorado. Y si la pandemia lo permite, está previsto que esta primavera se puedan organizar visitas.

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