George Clooney: «Hay una nube negra sobre Estados Unidos»

«Suburbicon», película basada en un delirante thriller que escribieron los hermanos Coen en 1985, sobre una pacífica e idílica población, ambientada en el 1959, en la que vive una familia tradicional, y un día a su lado se traslada la primera familia afroamericana de la ciudad, rompiendo la serenidad de la comunidad. Al guión se unió la historia real de racismo ocurrida en 1957, en Levittown, ciudad-modelo creada en Pensilvania, después de la segunda guerra mundial, reservada exclusivamente a ciudadanos de «raza caucásica». En esa comunidad de Levittown una familia afroamericana fu e asaltada por los vecinos blancos y racistas . En la película de Clooney está el mecanismo narrativo de los hermanos Coen, como la ironía, el humor negro y violencia, aunque el desarrollo de la película es bastante previsible. El resultado final es una metáfora muy cruda sobre los nuevos muros y sobre las minorías utilizadas como chivo expiatorio de todos los males que afligen a Estados Unidos. En este sentido resulta inevitable evocar los enfrentamientos violentos del pasado mes de agosto en Charlottesville (Virginia) entre extremistas nacionalistas blancos y contramanifestantes. «En el país se ha alcanzado el máximo de la rabia. Hay una nube negra que parece cubrir nuestro país. Estamos con rabia por cómo está andando el mundo, por cómo va el país. Y esta película parece reflejarlo», afirmó Clooney. Más preciso fue el productor del film Grant Heslov , al recordar que cuando empezaron a rodar Donald Trump «hacía su campaña hablando de construir muros».

La violencia blanca de ayer y de hoy en Estados Unidos lleva a Clooney a realizar una amarga reflexión : «Desgraciadamente, estos problemas no están nunca fuera de moda en nuestro país. Siempre están presentes. Esta es una película sobre la idea de que no hemos afrontado nuestras cuestiones raciales. Esto forma parte de nuestra historia y formará parte durante mucho tiempo todavía».

A pesar de esa «nube negra», George Clooney muestra su esperanza en el futuro: «Yo soy optimista. Creo en la juventud , en las instituciones. Pienso que podremos superar estos problemas». Esa esperanza se refleja en la escena final de la película, con los dos niños, blanco y negro, jugando al balón: «Esos dos niños han pasado la peor noche de su vida , pero con esa imagen hemos querido indicar que ellos querrán mejorar el mundo».

Clooney, que se ha mostrado siempre muy crítico con el presidente norteamrericano, quiso dejar claro que esta película «no es sobre Trump, sino sobre cómo debemos enfrentarnos a nuestro problema con el racismo».

Al final se le preguntó al actor y director si, teniendo en cuenta cómo habla y se mueve en los últimos tiempos, será el próximo presidente de Estados Unidos . Clooney se limitó a señalar con ironía que «ahora mismo me gustaría que cualquier otra persona fuera el presidente».