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ABC Cultural

Domingos con Historia

Gabriel Celaya: España en carne viva

Su producción caudalosa, deliberadamente hostil a la exquisitez, sonora, fuerte, áspera y brutal respiraba una ternura inabarcable por nuestro país

Fernando García de Cortázar

La labor de los historiadores que hemos comentado en las últimas entregas de esta serie –Palacio Atard, Castro, Sánchez Albornoz, Vicens Vives– expulsó del espíritu de la España de la posguerra las exageraciones simbólicas del nacionalismo y el desprecio ignorante de los impugnadores de la ... historia nacional. España había sido salvada como realidad en el tiempo, como esfuerzo consciente sostenido durante siglos. La tragedia de 1936 ya no era el lógico destino de una comunidad singular, pintoresca y enferma, sino la circunstancia española de la crisis de la civilización europea. Incluso en su infinita aflicción, incluso en las condiciones espantosas de la guerra civil, el curso de los acontecimientos había mostrado la existencia de España, porque solo algo vivo como lo era aquella nación torturada se defiende con la pasión destructiva y amorosa con que los españoles tomaron decisiones tremendas, terminantes, en las que el destino individual y colectivo se enlazaban.

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