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Fernando Benzo: «Ojalá podamos bajar el IVA del cine el año que viene»

El secretario de Estado de Cultura espera lograr un marco estable con Carmen Thyssen para su colección y llegar a un acuerdo justo sobre la compensación por copia privada

Jesús García Calero

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El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo (Madrid, 1965), lleva poco más de cuatro meses en el cargo . Aficionado a los toros como es, ha tenido que enfrentarse a varios miuras, entre los que destaca el relevo en el Prado («lo he vivido con menos tensión de la que se veía en los medios»), la polémica por la esperadísima bajada del IVA cultural («ojalá podamos bajar también el del cine en un año como dice el ministro»), o la negociación sobre la colección de Carmen Thyssen («tengo muy buena relación con ella y eso ayuda»). Es un gestor experimentado que encaja bien las dificultades y que ha puesto en pie una interlocución válida y continua con un sector que se sentía abandonado por el Gobierno en la anterior legislatura. Cuatro días después de conocerse los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, Benzo habla de estos primeros meses.

-Había expectativa de una mayor subida de los PGE en Cultura porque el ministro tiene más peso político.

-Lo importante es que se reafirma la tendencia al alza de 2016. No es que la subida sea una enorme sorpresa, pero los presupuestos no se hacen para premiar las competencias que tienen los ministros, sino con una planificación económica. Lo importante es la tendencia al alza. Esperemos que en 2018 se incremente más.

-¿Por qué cree que triunfó la lectura de que en Cultura baja un 0,7%?

-Se lee de dos maneras, según lo que llamamos función o según departamentos. La función cultura engloba toda la acción cultural que se hace en la Administración y esa es la que ha bajado levemente, que engloba Patrimonio Nacional, los consorcios de Hacienda y también, por supuesto, está la Secretaría de Cultura. Pero el presupuesto de la Secretaría ha subido un 1,14%.

-Algo de mala noticia tiene: ¿Cuál es el punto más débil y el más fuerte?

-El punto débil es que nos gustaría hacer muchas más cosas de las que hacemos, y que seguimos haciendo un ejercicio de austeridad y de imaginación. El escenario presupuestario nos obliga a usar la imaginación, que no la fantasía. El punto fuerte será el aumento en algunas líneas...

-Concrete. Ha subido el fondo del cine, pero no le bajan el IVA.

-Sí, pero esa subida de 60 a 70 millones se debe a la convivencia transitoria de las ayudas de amortización y las nuevas. Es un esfuerzo que permite cambiar de sistema. Además, se beneficiará mucho la promoción del libro con el Plan de Fomento de la Lectura, las inversiones en música y danza, obras de museos, archivos y bibliotecas que lo necesitaban...

-¿No se ha sido injusto con los pequeños museos e instituciones en los años de la crisis?

-En los años de enorme esfuerzo, las instituciones más débiles presupuestariamente lo han acusado más.

-¿Qué le dice el sector tras la bajada del IVA?

-Depende de a qué parte del sector se pregunte (sonríe). Con el IVA hemos demostrado que cumplimos lo que decimos. Hemos dicho que, según evolucionase la economía, afrontaríamos la bajada del IVA en dos fases. Una primera que afectaría a los espectáculos en directo, que es la que ya hemos atendido, y una segunda para la cinematografía. Si la economía sigue así, la segunda bajada se abordará pronto.

-El ministro ha dicho un año.

-Ojalá el ministro tenga razón y podamos bajarlo el año que viene.

-Hablemos de la negociación de la copia privada. ¿La interlocución es ahí más difícil...?

-La interlocución ha sido muy fluida. Hay cuestiones más fáciles de afrontar que otras. En el caso de la copia privada nos encontramos con uno de los más complejos porque hay que hacer balance entre posiciones muy diferentes. El esfuerzo es técnico y de negociación política.

-La Justicia europea ha invalidado el modelo que realizó el Gobierno. eso merece una reflexión...

-Merece una reforma.

-Claro, pero ¿no cree que ha sido un error manifiesto?

-No me gusta mirar atrás. Hay que buscar ahora un sistema lógico y razonable y perdurable.

-¿Cuál es la mayor dificultad? En industria, a pesar de estar allí su antecesor, no parecen muy sensibles a los problemas de los creadores...

-Debemos encontrar el punto de equilibrio. Nadie quedará plenamente satisfecho, nadie insatisfecho completamente.

-¿Se nota el peso económico de Industria en el peso político con el que negocia en este proceso tan largo?

-Hay que tomarse el tiempo para hacer las cosas bien. Lo fundamental es que lo que se logre perdure.

-¿Y si siguen las malas noticias judiciales por el modelo fallido? Hay demandas por el dinero que dejaron de percibir las entidades.

-Hay demandas, sí. No hay sentencias. Creo que cuando se dicten esas sentencias nos darán la idea de por dónde van los criterios judiciales para la indemnización de los intereses que se han visto dañados. Las sentencias influirán en la dirección que tomemos al abordar esta cuestión.

-Al ministro y al secretario de Estado se les ha vuelto a ver en estrenos y actividades en las que durante años estuvieron ausentes. ¿Ha cambiado la percepción del sector?

-El recibimiento en el sector no ha podido ser mejor. Estoy agradecido. Son comprensivos con lo ocurrido en los últimos años y estamos esperanzados al percibir que salimos de un túnel duro. Lo importante es eso, que hay diálogo, explicar con honradez hasta dónde se puede ir en cada cuestión. Hemos dedicado tantas horas como hemos podido a ese diálogo. Y aprendes de las ideas que recibes.

-¿Qué ideas?

-Antes nos miraban más como una caja de subvenciones. Era la cultura que había. Tras la crisis eso ha cambiado, los agentes se acercan para avanzar juntos, con ideas para poner en marcha. Es bueno para la cultura.

-Entre los huesos más duros de esa negociación está la colección de la baronesa Thyssen. ¿Hay novedad?

-Para mí no es uno de los temas más difíciles, porque llevo seis años negociando con ella, desde mi anterior puesto, y tenemos una excelente relación personal. Tengo la sensación de que estamos en el camino para una renovación más amplia. Negociar año a año es una equivocación. Hay que buscar un marco más estable.

-Hay en el sector la percepción de que la Cultura no es una estrategia prioritaria del Gobierno. ¿Se está pensando cómo aprovechar mejor el potencial de la Cultura española?

-Hemos vivido un periodo muy complejo por la situación presupuestaria. Entramos en un nuevo escenario y se puede ser más creativo. Acabamos de presentar 150 medidas en el Congreso, el plan 2020, que quieren dar un fuerte impulso al modelo cultural de nuestro país, a la protección de los creadores, la expansión más allá de nuestras fronteras. No creo que la cultura sea minusvalorada por el Gobierno. Pero el sector se ha visto gravemente afectado por la crisis, como otros.

-¿Y qué es prioritario?

-El Plan de Fomento de Lectura, que quiere recuperar el índice de lectura, la afición por la lectura y cambiar una cierta desidia en el fomento de que los chavales se acerquen a los libros. En Piratería también… Hay líneas estratégicas que darán frutos y están poniéndose en marcha.

-¿Qué es «generación antipiratería»?

-Es un objetivo básico porque hasta ahora en España hemos enfocado la lucha contra la piratería en términos de persecución exclusivamente, con mayor o menor éxito. Hay que luchar también en el ámbito de la educación y la concienciación. Hay que enseñar a los chicos que una descarga es ilegal, puede dejar a personas sin trabajo. Esa conciencia se adquiere en los medios, en casa y en los centros educativos. Pronto lanzaremos una campaña con el lema: «No piratees tu futuro»

-Aún no se ha concretado la excavación de un galeón. En un país con problemas de identidad, ¿para qué sirve estudiar esa historia olvidada que cambió el mundo?

-El estudio de la historia siempre refuerza nuestra identidad como españoles. Este ámbito demuestra que tenemos un patrimonio común, un pasado común, conflictos que hemos ido superando juntos, así que se refuerza esa identidad con múltiples identidades conviviendo dentro. Mirar atrás es muy bueno para mirar hacia adelante.

-Dicen que viaja mucho a Barcelona.

-Debemos crear un AVE cultural y yo me estoy esforzando en poner en valor la potencia cultural de Barcelona y Cataluña. Quiero aprender lo que se está haciendo allí, en el ámbito editorial, de arte contemporáneo y en otros existe una riqueza y potencial enorme. La conexión entre el mundo cultural barcelonés y madrileño será muy buena para la cultura española. Es una línea absolutamente prioritaria. Sería terrible que se sintiera desafecto cultural.

-Vienen años de centenarios de importantes logros como el viaje de Magallanes y Elcano que dio la primera vuelta al mundo, o la conquista de México. ¿Hay alguna estrategia para recordar como se debe estas efemérides?

-Llevo con este asunto desde que llegué a la Secretaría de Estado. No podemos improvisar. Tenemos que perfilar una estrategia y un programa de actividades. Acabamos de salir de la conmemoración de los 400 años de Cervantes, que ha sido muy importante. El balance final es muy positivo. Es el modelo que queremos seguir. Hay unas fórmulas eficaces, como una comisión interministerial que sume esfuerzos y Cultura tiene enorme protagonismo en ella. En mi caso, al ser también presidente de ACE, me permite tener una serie de herramientas para ayudar en esa conmemoración. En cuanto se aprueben los presupuestos se creará la comisión, pero ya estamos trabajando con propuestas que estamos recibiendo.

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