EE.UU. cede a la presión antirracista y pone su cultura bajo la lupa del revisionismo histórico

Entre la conmoción por el vídeo que recogió el episodio y el hastío por un problema crónico en EE.UU., las propuestas más extremistas han ganado espacio en la opinión pública: en la calle, se pide quitar la financiación y la «abolición» de la policía; en la cultura, se impone un revisionismo histórico con un futuro incierto.

El ejemplo más abultado es « Lo que el viento se llevó ». La plataforma HBO Max ha anunciado esta semana la retirada del clásico de Hollywood de su catálogo digital. La película, situada en una plantación esclavista cerca de Atlanta en la antesala de la Guerra Civil estadounidense, forma parte del canon cinematográfico y es una de las más exitosas de la historia: ganó ocho Oscar y permanece como la más taquillera, si se ajusta la inflación, hasta la fecha.

Como muchos otros productos culturales de épocas pasadas, «Lo que el viento se llevó», filmada en 1939, es problemática: idealiza el Sur de la esclavitud y maquilla las penurias de la población negra sin libertad. Lo fue incluso desde su nacimiento: «The Daily Worker», un periódico del partido comunista, la calificó como «una glorificación insidiosa del mercado de esclavos»; el «Pittsburgh Courier», un periódico negro de la época, pidió a la Academia que exigiera que la palabra «negrata» −que aparece en la novela de Margaret Mitchell en el que está basada la película− desapareciera del guión; y la NAACP, la gran organización de derechos civiles de la minoría negra, criticó a la actriz Hattie McDaniel por su papel de «Mammy», servil con los propietarios blancos.

La actuación de McDaniel refleja las luces y las sombras de la película. Con ella consiguió el primer Oscar para una actriz negra. Pero ni McDaniel ni el resto del elenco negro pudo asistir al estreno de la película por la segregación racial y la Academia hizo una excepción para que presenciara la gala en la que fue premiada. Pero tuvo que sentarse en una mesa al fondo de la sala, separada del resto de actores blancos de la película.

La decisión de HBO Max de retirar la película se enmarca dentro de un escrutinio ferviente sobre qué contenidos son aceptables en el momento actual. Una de las creadoras de « Friends », Martha Kauffman, se acaba de disculpar por la falta de diversidad de la serie. Paramount ha retirado el programa de telerrealidad « Cops », que sigue la labor de cuerpos policiales, justo cuando iba a comenzar su 33ª temporada. La BBC ha eliminado episodios de su programa de comedia «Little Britain» por la aparición de personajes disfrazados con pintura negra. El año pasado, Disney también retiró de su plataforma «online» la película de animación « Song of the South », por un retrato ofensivo y racista de la minoría negra.

Al mismo tiempo, Hollywood en bloque se apresuró a emitir comunicados contra el racismo y de apoyo a la comunidad negra. Warner, Paramount, Netflix o Amazon los compartieron en redes sociales. Disney lo hizo en un mensaje que se repitió en las cuentas de Marvel, Pixar y la saga Star Wars. Uno de sus protagonistas, el actor negro John Boyega , se llenó de críticas y alabanzas por agarrar un megáfono en protestas celebradas en Londres y atacar con dureza al racismo.

En el caso de «Lo que el viento se llevó», HBO Max parece actuar empujada por los acontecimientos. La decisión se produce un día después de que John Ridley , guionista de «Doce años como esclavo», exigiera la retirada de la película de su catálogo. «Cuando no ignora los horrores de la esclavitud, se para solo para perpetuar algunos de los estereotipos más dolorosos de las personas de color», defendió en una tribuna en «Los Angeles Times».

HBO Max, una nueva versión de la plataforma digital de HBO que acaba de salir y que busca conseguir nuevas suscripciones en la guerra del «streaming» con Netflix, Amazon y otros competidores, justificó su decisión en que la película es «un producto de su tiempo que retrata algunos de los prejuicios raciales y éticos que, por desgracia, siguen siendo lugares comunes en la sociedad de EE.UU.»

Ridley aseguró que no cree «en la censura », pero que la película debería estar en la nevera un tiempo y regresar acompañada con otras cintas que ofrezcan una versión más completa de la esclavitud o con «narrativas» que den contexto a ese momento histórico. Y eso es lo que después anunció HBO que haría: recuperarla acompañada de una «discusión de su contexto histórico». Eso da igual: la retirada es un escándalo en sí misma que agita todavía más el clima polarizado de EE.UU. No solo ha sido atacada por las opiniones más conservadoras −tras la victoria de la surcoreana «Parásitos» en los Oscar de este año, Donald Trump defendió que hacía falta «más "Lo que el viento se llevó"»−, sino también en otros sectores. «Es estúpido», aseguró en Twitter Scott Feinberg, columnista de «The Hollywood Reporter». «Deberíamos aprender del pasado, no pretender que nunca existió». «¿Vamos a retirar también todas las películas donde las mujeres son tratadas como objetos sexuales?», reaccionó la periodista Megan Kelly. “¿Cuántas películas quedarán? ¿Dónde acaba esto?».