La cultura europea, en el umbral de un nuevo confinamiento

De la Academia a las asociaciones de editores y escritores, se han sucedido manifiestos y proclamas insistiendo en este punto capital: el libro sí es un «artículo de primera necesidad» .

El Gobierno ha decretado que las grandes superficies (Fnac, cadenas de super e hiper) tampoco vendan libros. Y muchas librerías intentan evitar el cierre o la agravación de la crisis montando servicios de «pedir y llevar» : pedidos a través de internet, recogidos personalmente o «servidos» a través de repartidores, en bicicleta o en moto.

En París, muchas librerías cuentan con la solidaridad incluso física de algunos amigos o escritores, que se proponen «manifestarse», con su presencia física, regularmente.

El Gobierno de Emmanuel Macron ha prometido revisar cada quince días el nuevo confinamiento, según evolucione la propagación del Covid-19. Veremos.

«La cultura es parte existencial de nuestra sociedad, un elemento central, y lo está demostrando con el compromiso con el que está aceptando estas durísimas medidas », ha alabado Merkel la colaboración del sector cultural alemán, que desde este lunes y hasta final de noviembre paraliza su actividad. Si bien el seguimiento en la práctica ha sido masivo en toda Alemania, a diferencia del sector de la gastronomía, que solo en Berlín ha presentado 32 querella s contra el cierre en las primeras doce horas de su aplicación, no han faltado voces críticas.

«Esto no tiene ningún sentido», dice Johan Scholz , director del Teatro Metropol de Múnich, «si tienen miedo al coronavirus vayan al teatro, porque no hay lugar más seguro, tenemos el concepto de higiene más estricto de Alemania y no se conoce un solo caso de contagio que haya tenido lugar aquí». Solo este teatro dejará de ingresar uno s 17.000 euros este mes y 14 de sus empleos quedan pendiendo de un hilo.

El Estado alemán pagará a cada empresa y profesional el 75% de lo que ingresó en noviembre de 2019, pero la mayoría de las facturas seguirán llegando y muchos establecimientos no han terminado todavía de pagar los gastos que ocasionaron las reformas necesarias para poder volver a abrir cumpliendo con los requisitos de higiene y distancia .

«Sobre todo hace un gran daño, no solo a nosotros sino a toda la sociedad, el hecho de presentar la cultura como un bien prescindible, de lo primero que se recorta en una situación de dificultad, incluso como peligrosa para la salud», se queja Christian Stükl , intendente del Volksteather de Múnich. «Quedamos en un estado de indefensión, no podemos trabajar pero no se nos reconoce como parados», dice la cantante Ursula Strunk .

El primer ministro Boris Johnson anunció el fin de semana que a partir del jueves la población entrará en un nuevo confinamiento a nivel nacional que se extenderá al menos hasta el 2 de diciembre, una medida que una vez más, tal y como ocurrió en la primavera, obligará a cerrar todos los locales de ocio, arte y cultura , incluidos cines, museos, teatros, salas de conciertos, casas de subastas y galerías, aunque la producción de cine y televisión seguirá funcionando. Así lo confirmó en su cuenta de Twitter el ministro de Cultura, Oliver Dowden , quien escribió que aunque las nuevas normas implican «que la gente debería trabajar desde casa siempre que sea posible», a algunos trabajadores se les permitirá acudir a su lugar de trabajo, incluyendo a los deportistas de élite, así como a quienes trabajen «en la producción de películas y televisión ». El sector del teatro le ha pedido a Dowden que aclare si sus ensayos también podrán llevarse a cabo. «Muchos teatros apenas estaban logrando reabrir o se estaban preparando para reabrir con espectáculos navideños y esta noticia supone un golpe más para un sector que ya está en apuros», dijo Jon Morgan , director de Theaters Trust, el organismo público que asesora al sector.

La Public Campaign for the Arts (Campaña Pública por las Artes) describió el nuevo cierre como «un nuevo revés para nuestra vida económica, social y cultural» y aunque considera que es «la medida correcta y necesaria para salvar vidas, pondrá en peligro aún más las artes en nuestras comunidades y en la sociedad». Las nuevas restricciones interrumpirán los calendarios de exposiciones de museos y galerías. La directora de la Asociación de Museos, Sharon Heal, calificó en un comunicado las nuevas medidas como un «golpe» y afirmó que «muchos museos todavía se encuentran en una situación financiera muy difícil».

En Italia se clausuran prácticamente todas las actividades culturales, según el decreto del gobierno con nuevas medidas restrictivas , que entrará en vigor en las próximas horas. Hace una semana se estableció ya suspender todo tipo de espectáculos al abierto y en lugares cerrados, incluidos conciertos. Igualmente se cerraron cines y teatros. Ahora el gobierno endurece las medidas con la clausura de exposiciones y museos.

A pesar de ciertas protestas por estos últimos cierres, el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini , consideró que eran muy necesarias todas las medidas restrictivas para contener la rápida difusión de la pandemia.