¿Cuánto vale Velintonia? Los herederos, divididos por la venta de la casa de Aleixandre

De los 1,95 millones que ofreció en 2007 la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo, a los 3 millones que José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento en 2018, planteó para una posible expropiación, en los últimos quince años los herederos del poeta han sido incapaces de pactar unas condiciones de venta aceptadas por todos. Los cuatro hermanos de la rama Merlo-Usera, que tienen el 40 por ciento del inmueble, culpan a Amaya Aleixandre, y por ello decidieron acudir a la vía judicial para la extinción del condominio existente sobre el inmueble. La sobrina segunda de Aleixandre, propietaria del otro 60 por ciento, defiende que ella tiene un parentesco más cercano con el escritor que los restantes herederos: «No creo realmente que les importe demasiado el futuro de esta casa. Especialmente, si consiguen venderla a buen precio».

Fue en el año 2005 cuando los cuatro hermanos Usera, nietos de una prima de Aleixandre, entraron en la propiedad. Coincidió con el primer intento de la administración de hacerse con Velintonia, al entender que así se preservaría la memoria del Nobel y su obra literaria. Según dijo Calvo en el Congreso, Ministerio de Cultura, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento hicieron una primera oferta de 1,95 millones que los herederos rechazaron. Según la exministra, hubo una segunda oferta de 2,8 millones, «que era un valor medio alto del mercado».

Los Merlo-Usera dicen que esta cantidad nunca se llegó a materializar. Esta rama de los herederos sostiene que Amaya Aleixandre pidió 6,5 millones. El ministerio se retiró de la puja y, meses después, llegó otra oferta privada de 5 millones. Amaya Aleixandre tampoco la aceptó, afirman los Merlo-Usera. Ni esta ni otras ofertas recibidas para construir en Velintonia un consulado, una residencia de estudiantes de una universidad o un centro hospitalario. Nunca hubo propuestas para levantar allí una Casa de la Poesía, como defiende la Asociación de Amigos de Aleixandre.

Hasta este año, la casa ha permanecido  sin protección patrimonial porque ninguna administración había considerado que el inmueble, despojado del archivo y la biblioteca del poeta, lo mereciera. En esas llegó el anuncio de expropiación del Gobierno de Carmena, que habló de un justiprecio de 3 millones. «Me parece propio de un régimen totalitario. Carmena no haría una gestión apropiada de la vivienda», respondió Amaya Aleixandre.

Los Merlo-Usera sí estaban de acuerdo con la operación. La próxima subasta pública decretada por el juez pondrá fin a estas diferencias. La casa, mientras tanto, sigue a la venta por 4,7 millones en algunos portales inmobiliarios. Ambas partes reconocen que ese precio está fuera del mercado.