Primer paso para el cambio de la SGAE en una asamblea crispada y masiva
Hubo insultos y graves acusaciones durante la multitudinaria asamblea, que duró cinco horas
No era lo deseable pero sucedió. La asamblea general extraordinaria de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), celebrada ayer en el Colegio de Médicos de Madrid, fue multitudinaria pero también crispada. Aunque los informadores no tuvimos acceso al interior de la sala, con un aforo de 550 personas y que casi rozó el lleno, desde la puerta se podían escuchar algunas de las intervenciones de los socios. Ayer todos querían hablar, y más después de conocerse muchos datos hasta ahora ocultos para la gran mayoría. Esto provocó que se caldeara el ambiente llegándose a proferir insultos y graves acusaciones.
El orden del día de la asamblea contenía dos puntos, el más esperado la votación para elegir a los 15 miembros de la comisión de trabajo que debería reelaborar los estatutos de la SGAE para facilitar en el futuro un proceso electoral más democrático y transparente. Para ello, parte de los socios llevaban ya los deberes hechos, una lista consensuada que daba cabida a todas las sensibilidades de la SGAE : a la Junta Directiva elegida el pasado 30 de junio; a miembros de la otra candidatura, DOM; a los independientes y al grupo que, encabezado por Fermín Cabal y Achero Mañas, reivindicó desde el Círculo de Bellas la refundación de la entidad. Durante semanas se ha trabajado en esta dirección para seleccionar inicialmente diez nombres, que tras diversas deliberaciones y negociaciones fueron ampliados a quince (seis para pequeño derecho, tres para gran derecho, tres para audiovisuales, y tres que representaran a los editores).
Para muchos de los socios, esta asamblea era el primer paso para el cambio y la creación de una SGAE del siglo XXI, como defendió Sabino Méndez, una de las voces más moderadas de la Junta Directiva actual; para otros, como el cantante Miguel Ríos, significaba la posibilidad de «clarificar» la situación y de que se produjera una «catarsis». José Miguel Fernández-Sastrón, que encabezó la candidatura DOM en las pasadas elecciones, no se mostró tan tajante: «Esta asamblea no va a cambiar nada. Solo se va a nombrar una comisión que garantice unas elecciones limpias el 16 de enero próximo».
Por su parte, el cantante Ramoncín, que saludó efusivamente a Sastrón en la puerta del Colegio de Médicos, se mostró algo más positivo: «Espero que sirva para refundar completamente la SGAE y que quede libre de toda sospecha».
A pesar de las buenas intenciones de muchos, la asamblea, que abrió el nuevo presidente de la entidad, Santiago Moncada, haciendo un llamamiento a la unidad de todos los socios «en un momento tan excepcional como este», fue dominada en sus inicios por el caos. Las intervenciones se fueron sucediendo, muchas de ellas «hablando cada uno de lo suyo» . Entre los socios que iban abandonando la sala, se veía cierta división y en ocasiones decepción. Algunos se mostraron molestos por la presentación de una lista pactada de quince nombres —el de Víctor Manuel fue el más discutido porque representa a la vieja guardia—, lo que derivó en la presentación de varias personas a mano alzada hasta alcanzar un total de 41 candidatos —entre ellos, Mercedes Ferrer, Esmeralda Grau, Luis Cobo, José de Eusebio...—.
Una iniciativa que no fue respaldad finalmente, pues acabaron siendo elegidos los autores preseleccionados durante las asambleas territoriales, recogidos en la lista consensuada y votada por las pre-asambleas, como Achero Mañas, Fernández-Sastrón, Víctor Manuel, Jordi Galcerán, Antón Reixa o Antonio Onetti. El dramaturgo José Luis Alonso de Santos, a su salida de la asamblea, mostró su apoyo a lista. «Es la mejor opción. En este momento hay que pactar». Y auguró que desde ahora la comisión de trabajo se enfrenta «a una gran tarea de cara a las elecciones».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete