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ABC Cultural

Aquella anarquista pelirroja

Pippi Langstrumpf, o Pippi Calzaslargas, irrumpió en nuestras vidas, las apacibles y ordenadas vidas de los niños de las postrimerías del franquismo, allá por principios o mediados de los setenta. Vino a través de la televisión, gracias a la celebérrima serie, y aunque muchos de ... los que entonces la conocimos no llegamos a leer los libros en los que la serie se inspiraba, y pocos recordarán el nombre de la autora de esos libros, la chica pelirroja de las trenzas y las largas calzas se hizo para siempre un hueco en nuestra memoria. La educación que a la sazón nos daban en la escuela, aquellos maestros y maestras nacionales que la dirigían, y que en buena medida habían sido reclutados en los años 40 y 50, no podía ser más rancia y conservadora.

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