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ABC Cultural

DOMINGOS CON HISTORIA

Ángela Figuera Aymerich, amor rabioso a España

Las palabras de la escritora bilbaína fueron, sobre todo, de una dolorosa reconciliación, de una voluntad de superarnos como pueblo que ha de vivir en paz y en libertad

Ángela Figuera Aymerich ABC

FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR

Fue en el cruce entre los años cincuenta y sesenta cuando Ángela Figuera Aymerich encontró el punto de ebullición lírica que la caracteriza. Fue en «Belleza cruel» (1958), editada en México, huyendo de la censura franquista, y prologada por León Felipe , ... y en «Toco la tierra. Letanías» (1962), donde la bilbaína fuerte y tierna encontró lo que cualquier escritor busca con desigual fortuna, y lo que es sustancia decisiva de la poesía: un tono, un aire propio, una identidad verbal, desde luego. Pero también Ángela Figuera descubrió algo que es menos definible , o que quizás no puede expresarse con una sola palabra satisfactoria. Tiene que ver con la cercanía a las cosas pronunciadas, con la rotunda sinceridad, con la honesta rendición de cuentas de cada verso. Por ello la poesía de Figuera, a flor de tierra, no acepta la mera autenticidad como excusa, ni carta de presentación, ni criterio valorativo.

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