Santa Mónica consagra a Joan Manuel Serrat en sus bodas de oro como cantante

Durante tres meses podemos rastrear la vida y obra de Serrat de la mano de ochocientos objetos que viajan desde su primera guitarra, el disco de oro de Mediterráneo y el taburete de Bocaccio. «Emoción y asfixia», así define su estado anímico al descubrir este gran homenaje en forma de recorrido por su larga y ancha carrera como cantante.

Poco dado a hablar de su vida privada ahora sus fans pueden comparar sus cambios de looks, las portadas de cada uno de sus éxitos y descubrir su mundo personal. «Agradezco el cariño de toda la gente que está implicada en esta exposición y de la gente que me ha acompañado en mis conciertos», declara desde un escenario improvisado en el que sus más fieles podrán hacer un verdadero karaoke gracias a la colaboración de la Sgae.

Durante la exposición queda abierta una tarima donde toda la gente que quiera podrá cantar temas de Serrat que a su vez se grabarán y los mejores se emitirán por el Canal Serrat de Youtube. «Yo vendré alguna tarde a ver lo que ocurre aquí», bromea Serrat cuya agenda sigue tan apretada que no pudo acudir ayer a la inauguración oficial de su exposición porque tenía que coger un avión. Además de los espontáneos, está programada una agenda de conciertos con Andreu Rifé, Bruno Oro, Salao y María Coma, entre otros, que también versionarán las letras de Serrat.

Uno de los comisarios de la muestra, Miquel Jurado advierte que no falta nada: «Hemos incluido mucha prensa escrita, frases de Serrat que acompañan los diferentes ámbitos y una audio guía muy completa. Los discos merecen una atención especial porque hay verdaderas joyas como un disco iraní con la versión del “La-la-la” o otro búlgaro».

Su paso por América Latina no podía faltar en este gran álbum de Serrat. Ahí siempre le han recibido con las manos abiertas y la idea es que este homenaje se pueda ver en países latinos como Argentina, Uruguay , Cuba… «Estamos intentando que también viaje a Madrid y a otros puntos de España», declara Ramon Muntaner, delegado de la Sgae en Cataluña.