fotografía
Revisión completa de la obra del genial Garry Winogrand en Mapfre
La fundación acoge, hasta el 3 de mayo, dos centenares de imágenes del padre de la fotografía moderna
Revisión completa de la obra del genial Garry Winogrand en Mapfre
El fotógrafo estadounidense Garry Winogrand vivió la fotografía de manera intensa. Y lo hizo así porque así concebía la vida. Empezó su carrera profesional tarde, dedicándose en un primer momento a los encargos de revistas y periódicos en los años 50. Poco a poco, fue ... descubriendo que en la calle y en los espacios públicos estaba todo lo que buscaba. Miserias y grandezas de la condición humana, así como un amplio abanico de emociones. Lo resumió observando que, «cuando fotografío, veo la vida». Con su estilo particular sentó las bases de la fotografía moderna. De acorde a los años sesenta, revolucionó la fotografía consiguiendo el reconocimiento definitivo como arte. Convirtió la fotografía callejera en género.
Su amistad intima con Diane Arbus y Lee Friedlander convirtió a este grupo tan individualista en una especie de familia. El padre espiritual de todos ellos, el director de fotografía del MoMA, John Szarkowski, les dedicó una exposición memorable en 1967, consagrando la fotografía documental.
Durante su vida profesional, Winogrand publicó escasamente y lo hizo guiándose por sus inquietudes o, mejor dicho, sus curiosidades vitales. Así, sus libros y exposiciones son temáticas, dedicadas a los animales, a las mujeres o a las relaciones sociales. Su fotografía es alegre y transgresora, con humor describe la desesperación y con crítica se acerca a la diversión. Nos relata con gran detalle cómo es la sociedad americana en esos tiempos tan inciertos. Sus fotografías parecen casuales, pero no lo son. Buscaba incesantemente la imagen específica que sorprendiese, que de un hecho notorio consiguiese algo más excepcional, una fotografía. Pero poco a poco se va desencantando. Acercándose a su madurez, se traslada a vivir a Los Ángeles y cada vez está más cerca de los extremos. Seguía produciendo con avidez y un cáncer terminó con su vida fulminantemente a los 56 años. Dejó unos doce mil rollos de película sin revelar o sin visionar ni editar siquiera.
Esta completísima exposición en la Fundación Mapfre (Bárbara de Braganza, 13) propone un acercamiento a su obra en tres etapas: Nueva York, su periplo por Estados Unidos y su auge y declive. Indudablemente, es una muestra enriquecedora en el conocimiento de la obra de Garry Winogrand, uno de los padres de la fotografía moderna.
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