La Alhambra abre excepcionalmente en septiembre la Torre de las Infantas

La Torre de las Infantas es uno de los casos más significativos del sorprendente contraste entre la sobriedad exterior y la riqueza arquitectónica y decorativa interior de la Alhambra, según el Patronato.

Su sencillo volumen exterior, con un paramento liso interrumpido únicamente por los vanos de las ventanas, contrasta con la complejidad volumétrica de su interior a través de la distribución de espacios y de la riqueza decorativa por medio de azulejos, yeserías y cubiertas.

Según el Patronato, en poco espacio interior se concentra una numerosa decoración que reviste una insospechada complejidad arquitectónica.

Se trata por tanto de un ejemplo de la habilidad de la arquitectura nazarí para conseguir el máximo aprovechamiento de un espacio en su interior.