Haití resta credibilidad al anuncio del hallazgo de la nao «Santa María»
Fuentes diplomáticas arrojan dudas sobre la identidad del supuesto pecio de la nao de Cristóbal Colón
Haití resta credibilidad al anuncio del hallazgo de la nao «Santa María»
Ni puede saberse aún que es la «Santa María», la nao de Cristóbal Colon, ni hay datos disponibles para confirmarlo. Tal es el mensaje que fuentes diplomáticas españolas han recibido de las autoridades culturales haitianas, que dudan del explorador que reclama haber hallado los restos ... de la primera nave que naufragó en América en 1492, informa Luis Ayllón.
Se trata de Brandon Clifford. Junto al arqueólogo Charles Beeker anunció el hallazgo de un pecio que «tentativamente» sería la nao de Colón. Clifford calificaba de «servicial» la disposición del Gobierno haitiano y reclamaba un proyecto conjunto para excavarlo.
Pero el Gobierno de Haití no se muestra tan «servicial» como Clifford declaró, según fuentes diplomáticas consultadas por este periódico, sino muy cauto ante el anuncio. En el Ministerio de Cultura haitiano saben que la carga y las maderas de la «Santa María», desde el casco hasta el mástil, se emplearon para construir el Fuerte Navidad, el primer asentamiento hispano en América. Coinciden por lo declarado por importantes arqueólogos de ambos lados del atlántico, que no dan crédito a Clifford . Ello supone que los restos hallados por Clifford, si es que son los de la nao de Colón, no albergarán gran cosa.
En el Ministerio de Cultura español son conscientes de los contactos diplomáticos efectuados por Exteriores con Haití y nos recuerdan que el país caribeño firmó la Convención Unesco 2001 para la protección del patrimonio cultural sumergido, por lo que se muestran tranquilos. Pero paradójicamente no tienen establecido un protocolo para estos casos.
El interés social por la arqueología subacuática en España despertó sobre todo después del caso Odyssey . Pero la victoria sobre esa compañía en los tribunales (y la devolución de la carga de la fragata «Mercedes») ha sido empleada por los cazatesoros para culpar a España de preocuparse por recuperar la plata más que con la defensa del patrimonio. Ayer, en declaraciones a «The Independent» algunos arqueólogos que trabajan para Odyssey, como Sean Kingsley, afirmaba que España pedirá a Haití la propiedad de la «Santa María» .
Gestionar el problema
En esta batalla simbólica, según expertos consultados por ABC, como el arqueólogo Carlos León, que ha trabajado mucho en República Dominicana, España debe establecer un protocolo de actuación y de cooperación con los países que hallen en sus aguas pecios de origen hispánico con el fin de despejar las dudas y convencer a más naciones de que firmen la Convención. En su opinión no se trata de reclamar propiedad a países firmantes de la convención como de ayudar y comprometerse conjuntamente con el patrimonio compartido. «Para mí está claro que el pecio, si existe, debe quedarse en Haití, pero nosotros podríamos enviar arqueólogos para gestionar conjuntamente una investigación y excavación adecuada y siempre de acuerdo a la Convención».
Según el abogado José María Lancho, especializado en patrimonio subacuático, el Ministerio de Cultura debería explicar al de Haití por qué España entiende que tiene derechos en relación a ese pecio, como buque de Estado, con un contenido cultural fundamental para nuestro país. La Convención obliga a Haití a informar a España de cualquier intervención y «también se puede apelar al articulo VII del Convenio Cultural Hispano-Haitiano de 13 de abril de 1969, que obliga a una estrecha colaboración entre ambos a fin de evitar y reprimir en el futuro el tráfico ilegal de obras pertenecientes al patrimonio histórico, artístico y documental». Lancho llega a plantear que España debe siempre exigir una política activa contra los cazatesoros a países en los que nuestro compromiso de cooperación es evidente, «no debemos tolerar que en ellos se financie esa industria criminal», concluye.
En ambos casos, y coincide con otras opiniones recabadas por ABC estos días, se considera que la política española con respecto a estos casos que vienen sucediendo y se repetirán en el futuro debe cambiar y ser más activa, para dejar claro el legítimo interés por este patrimonio y no dar pábulo al discurso antiespañol que plantean los cazatesoros. «Cada día está más claro que este patrimonio es pura Marca España», coinciden.
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