Los heterogéneos ejércitos blancos

En diciembre de 1917 los blancos crearon en el sur de Rusia un Ejército de Voluntarios, liderado por el general Lavr Kornilov, antiguo comandante en jefe de las fuerzas zaristas al que poco después se unirían los cosacos de Kaledin y más tarde algunas unidades reclutadas por el general Mijail Alexeyev, antiguo jefe del Estado Mayor.

El Ejército de Voluntarios, así reforzado, pero con fuertes tensiones internas, intentó ocupar la ciudad de Ekaterinodar, en el Kuban, en cuyas cercanías encontró la muerte Kornilov, alcanzado por una granada. Tras la desaparición de su principal dirigente y el abandono de la campaña del Kuban, el mando del Ejército pasaría a manos del general Denikin.

No fue éste, sin embargo, el único ejército antibolchevique operando en Rusia. En los territorios que había ocupado Alemania, el general Nicolai Yudenich, antiguo responsable de las tropas del Cáucaso durante la Gran Guerra , creó otro ejército blanco, bajo el nombre de Cuerpo Septentrional, aunque más tarde pasaría a llamarse Ejército del Noroeste, que llegó a contar con unos 20.000 efectivos. Pero su fracaso en el intento de ocupar Petrogrado, supuso, de hecho, su disolución.

En la ciudad de Omsk, por otra parte, tenía su sede un gobierno ruso antibolchevique, que tras desavenencias internas, golpes de mano y deserciones, terminó siendo dirigido por el almirante Alexander Kolchak, aunque sólo nominalmente era reconocido por las restantes fuerzas blancas.

A pesar de sus éxitos iniciales, a finales de 1919 las tropas de Kolchak hubieron de evacuar la ciudad y terminaron totalmente derrotadas. El propio almirante sería detenido por los bolcheviques y fusilado en febrero de 1920.

Prisioneros de guerra checos y disidentes que buscaban la independencia checoslovaca de Austria fueron organizados como una unidad del ejército ruso en las postrimerías de la Gran Guerra. Pero, cuando los bolcheviques alcanzaron la paz con los Imperios Centrales, estas fuerzas se convirtieron en un estorbo, cuya evacuación se hizo cada vez más problemática.

Integrada en las tropas blancas de Kolchak, la Legión actuó sin embargo, como unidad independiente. Tras robar una decena de vagones repletos de oro de la reserva rusa, sus oficiales consiguieron negociar con la autoridades de Moscú la ansiada evacuación, logrando así abandonar Rusia en 1920.

El Ejército de Voluntarios, ahora mandado por Denikin, reforzado por las tropas del coronel Drozdovski y respaldado por los cosacos, se integró en las llamadas Fuerzas Armadas del Sur de Rusia, que lograron una serie consecutiva de victorias.

Sin embargo, tras su derrota en el intento de alcanzar Moscú, minadas por la desmoralización y las deserciones, y abandonadas por parte de sus aliados, terminaron en desbandada. Denikin y algunas de sus tropas debieron ser evacuados por los británicos, quedando al frente del ejército el general Pyotr Wrangel, que sólo unos meses más tarde, en noviembre de 1920, ha de ser también evacuado desde Crimea a Constantinopla con 150.000 de sus soldados y seguidores