Brihuega, el pueblo alcarreño de los últimos años de Leguineche
El periodista colaboró con varias iniciativas provinciales, además de escribir dos libros sobre Guadalajara
abc.es
Manu Leguineche pasó su última etapa viendo el mundo desde su «Casa de los gramáticos» en Brihuega (Guadalajara), una casona, que según contaba, perteneció a Margarita de Pedroso, amor platónico del poeta Juan Ramón Jiménez. Vivía además en la plaza que llevaba su nombre y ... allí pasó largas temporadas desde finales de los ochenta, vinculándose cada vez más a la provincia.
De hecho, escribió dos libros inspirados en sus vivencias allí: «La felicidad de la tierra» y «El club de los faltos de cariño». Su figura fue asentándose tanto que fue nombrado «hijo adoptivo» por la Diputación de Guadalajara en 2008, institución que editó el libro «Guadalajara tiene quien la escriba», donde compañeros de profesión ensalzan la figura de Leguineche y además se recopilan su biografía y mejores textos. Además, la institución provincial creó en 2010 un premio de carácter internacional que lleva su nombre, y que fue concedido en sus dos ediciones a la periodista mexicana Lydia Cacho (2010) y al reportero Javier Espinosa (2011), actualmente secuestrado por Al Qaida.
El cariño de los guadalajareños, quienes sienten a Leguineche como un vecino más, se mostró con los múltiples reconocimientos a su figura. Entre los homenajes recibidos, destacan la mención a una «trayectoria intachable» por parte de la Asociación de la Prensa de Guadalajara (APG) en 2008 y el premio «Su peso en miel», recibido en Peñalver en 2004.
Condolencias
Precisamente la APG ha sido una de las primeras instituciones en trasladar el pésame a sus familiares, destacando su papel como «maestro de varias generaciones de periodistas locales» quien «constituye todo un ejemplo a seguir para la profesión». La presidenta de la Diputación de Guadalajara, Ana Guarinos, también ha querido sumarse a las condolencias, así como el secretario provincial del PSOE de Guadalajara, Pablo Bellido, quien ha destacado «la enorme dimensión humana y profesional de Manu Leguineche, maestro del periodismo y persona muy vinculada a la provincia de Guadalajara, en la que ha vivido muchos años», que dio la oportunidad a los guadalajareños «de disfrutar de su compañía, de su sabiduría y, sobre todo, de su trato generoso y afable».
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