La Larga Guerra del siglo XX, 1914-1989 (III)
En Jutlandia vencieron todos
Los alemanes lograron la victoria táctica en la mayor batalla naval de la historia, pero estratégicamente el triunfo fue británico
JUAN VÁZQUEZ
La aparición del «HMS Dreadnought» había supuesto una revolución tecnológica tal que desencadenó una carrera naval entre Gran Bretaña y Alemania que llevó a ambas potencias a la construcción de grandes armadas equipadas con poderosos acorazados y cruceros acorazados monocalibre. Pero, especialmente ... al comienzo de la guerra , aún permanecían en servicio numerosos cruceros del tipo antiguo , algunos de los cuales escribirían algunas de las páginas de mayor gloria de la guerra naval.
En la base naval alemana de Tsing-Tao, en China , se encontraba el escuadrón del Pacífico, al mando del carismático von Spee, compuesto por los cruceros acorazados «Scharnhorst», y «Gneisenau», y cuatro cruceros ligeros. Incapaz de volver a la patria, Spee realizó un crucero en el que atravesó el Pacífico hasta ser interceptado por una flotilla de cruceros acorazados británicos al mando de Cradock.
En un legendario combate, en Coronel , en la costa chilena, las naves de Spee destrozaron a sus contrapartes británicos que se hundieron con toda su dotación. Spee no sobreviviría mucho a su victoria, pues sería a su vez destruido por los cruceros de batalla británicos en la Batalla de las Malvinas.
Corsarios
Uno de los cruceros alemanes, no obstante, se había separado para hacer la guerra de corso en el Pacífico e Índico. Se trataba del «Emden» , al mando de von Müller, que se grangearía el respeto de sus enemigos y la admiración de la prensa británica.
Fue el primero de una serie de buques corsarios que sembraría el terror en las rutas comerciales aliadas y que forzaría al Almirantazgo a destinar un número desproporcionado de efectivos para contrarrestarlos. Entre los corsarios más famosos se encuentran el «Möwe», el «Wolf» y el velero «Seeadler», cuyo comandante, von Lückner, parece un personaje más propio de una novela de aventuras.
Jutlandia
La flota alemana, inferior en número a la británica, no podía oponerse eficazmente al feroz bloqueo naval impuesto por la Royal Navy y pretendería a lo largo de la guerra atraer a una parte de la Grand Fleet para destruirla y lograr equilibrar la situación.
Esta estrategia llevó, tras varios encuentros menores, a la batalla de Jutlandia, el mayor combate naval de la historia , en el que la Grand Fleet de Jellicoe intentó destruir a la Hochsee Flotte de Scheer. Éste logró zafarse de los británicos y volver a sus bases, no sin antes haber infligido a sus enemigos unas dolorosas pérdidas. Éstas serían especialmente graves entre los cruceros de batalla de Beatty, que se vieron ampliamente superados por sus equivalentes germanos al mando de Hipper.
Inmolados
Pero, aunque había logrado una victoria táctica , la situación estratégica no había variado y la Royal Navy seguía imponiendo su bloqueo . La única opción de Alemania de invertir la situación era la guerra submarina total . A punto estuvieron de lograrlo pero la adopción del sistema de convoyes, la entrada de Estados Unidos en guerra con su poderosa armada y varias innovaciones técnicas hicieron que los U-Boote perdieran finalmente la batalla.
La invicta armada alemana estaría condenada a un ignominioso final al ser repartida entre las potencias vencedoras pero, en su lugar, escogió inmolarse autohundiéndose en Scapa-Flow, dejando un legado de gloria a su sucesora, la Kriegsmarine.
En Jutlandia vencieron todos
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