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UN MITO DEL CINE

Catherine Deneuve, la diva gélida, cumple 70 años

La actriz sigue trabajando, sin mirar a su pasado de mujer fatal y musa de los más grandes directores

ANTONIO PANIAGUA

Nunca se ha apeado de la imagen de diva del cine y mujer distante. Luis Buñuel dijo de ella que era «hermosa como la muerte, seductora como el pecado, fría como la virtud». Quizá esa pose gélida le ayude a perpetuar el mito. La rubia esplendorosa de 'Belle de jour' cumple 70 años este martes, lo que no es óbice para que se mantenga fiel a una naturaleza rebelde e independiente, una manera de ser que le ha llevado a hacer casi siempre lo que le ha dado la real gana. Musa del diseñador Yves Saint Laurent, fuma como un carretero y aborrece las legislaciones antitabaco, que desafía con tenacidad. Con 120 películas en su haber, la diva no abandona el mundo del celuloide y apuesta por el cine independiente.

Su imagen de dama sofisticada y su estampa de témpano ocultan una tormentosa vida sentimental. Se casó solo una vez, con el fotógrafo David Bailey, del que se separó en 1972 tras siete años juntos. No obstante, su nómina de amantes es tan selecta como caudalosa, y en ella figuran Mastroianni -con quien tuvo una hija-, Roger Vadim -el hombre que le aconsejó teñirse de rubia- y François Truffaut, entre otros.

Este icono del cine francés, comparable a lo que fueron Brigitte Bardot y Jeanne Moreau, lleva la interpretación en la sangre. Sus padres fueron los actores Maurice Dorléac y Renée Deneuve, una anciana que a sus 102 años inspira a la actriz y le ofrece una "visión reconfortante de la vejez". De su padre no tiene motivos para sentirse tan orgullosa: trabajó como actor en Radio París, desde cuyos micrófonos lanzó diatribas antisemitas y colaboró con la Milicia, la Policía creada por el régimen de Vichy para auxiliar a los alemanes.

El tiempo es inmisericorde y sus devastaciones alcanzan a todo el mundo. No obstante, Catherine Deneuve sobrelleva con dignidad su condición de septuagenaria. Pertenece a esa estirpe de actrices mayores, como Judy Dench (79 años), Helen Mirren (68) o Emmanuelle Riva (86), la heroína de 'Amor', cuyo fulgor no se ha apagado con la edad.

"Los viejos también se enamoran"

«No es fácil aceptar que se está envejeciendo, claro. Y mucho menos para una actriz. Sin embargo no es una obsesión para mí. Todo puede ocurrir aún. Hay historias de amor que ocurren en las pensiones de ancianos. Los viejos también se enamoran», aseguró la actriz este año durante el Festival de Berlín.

Deneuve, con su exuberante melena rubia, se muestra tan audaz como cuando tenía 20 años. Sigue en el tajo. Su última aparición ha sido en 'Elle s'en va' (El viaje de Bettie), de la joven realizadora Emmanuelle Bercot, que ha firmado una comedia ligera concebida para su lucimiento.

Uno de sus mayores golpes los sufrió en 1967 cuando su hermana Françoise murió en un accidente de tráfico. Quedó atrapada en el vehículo y se abrasó viva. Con ella había protagonizado un musical de Jacques Démy, 'Las señoritas de Rochefort'. Es curioso, pero por entonces Françoise era el imán que atraía a los hombres por su belleza deslumbrante y Catherine la actriz eclipsada por la sombra que proyectaba su hermana.

Ha trabajado con lo más granado del cine mundial. En 'Repulsión', Roman Polanski explotó su faceta más asfixiante y opresiva, mientras que Buñuel hurgó en su lado perverso, el de la burguesa que fabula con ser prostituta. Deneuve repitió con el aragonés cuando trabajó a sus órdenes para 'Tristana'. Tony Scott vio en ella a una vampiresa inmortal y Lars Von Trier la convirtió en una obrera poco verosímil en 'Bailar en la oscuridad'. Marcel Camus, Dino Risi, Agnès Varda, André Téchiné, Hugo Santiago y Raúl Ruiz son otros cineastas con los que ha colaborado. Pese a sus 120 películas, Deneuve lamenta no haber trabajado con Stanley Kubrick, el director de 'La naranja mecánica'.

Catherine Deneuve tiene mucho de mujer fatal. Destrozó el matrimonio de Marcelo Mastroianni, quien abandonó a su esposa en Roma para vivir con la diva francesa en París. Con Matroianni tuvo a su hija Chiara, un alumbramiento mal digerido por Faye Dunaway, anterior amante del galán italiano. «Le pedí un hijo y él se lo ha dado a la Deneuve en lugar de a mí».

A punto estuvo de casarse con el realizador Roger Vadim, padre de su hijo Christian. La segunda esposa de Vadim frustró el enlace cuando amenazó con impedirle ver a su hija, un argumento que disuadió al cineasta de contraer nupcias con la sensual Deneuve. Con el paso de los años esa pasión se enfrió y Deneuve ajustó cuestas con su antiguo amante. La actriz le describió con cierta saña como ese tipo de hombre "que se pasa la noche leyendo". Vadim se desahogó después y la pintó como una mujer atormentada por los celos, pero en el fondo frívola y obsesionada por sus zapatos.

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