Cenas e intrigas para tumbar al presidente de la SGAE

La salida del presidente gallego es el deseo expresado en voz alta y por escrito por parte de algunos de sus antiguos correligionarios (Antonio Onetti y Fermín Cabal ), ahora «tránsfugas», como el propio Reixa los ha calificado, que aspiran a cubrir su vacante. Los recurrentes enfrentamiento del presidente con parte de los miembros de la Junta Directiva le presentan ahora con muchos menos apoyos que al llegar al poder en mayo de 2012, cuando contó, entre otros, con el beneplácito del colegio de editores, que ahora ofrece su voto al candidato que consiga congregar «más consenso».

De ahí la carrera contrarreloj para conseguir alianzas y colocarse en la mejor posición para convertirse en el nuevo presidente de la SGAE . Algo que podría suceder en la reunión del próximo 16 de julio, donde se plantean tres posibilidades: la primera, que Reixa, ante los últimos desencuentros y la carta remitida por Onetti y Cabal pidiendo su «salida honorable» de la presidencia, decida presentar una moción de confianza , como ya hizo en abril, para reforzarse en el cargo.

En aquel entonces lo consiguió, superando la votación ampliamente. Sin embargo, la opción a día de hoy es casi suicida a tenor de la drástica reducción de apoyos tras haberse roto el «Pacto de los 22» que le llevó al sillón que antes ocupaba Eduardo Bautista. Si fuera pues rechazado, la Junta Directiva es soberana para votar en esa misma reunión por un nuevo presidente , y, como se suele decir, a rey muerto, rey puesto. La última opción sería convocar nuevas elecciones .

La cena de los vicepresidentes

Para estas dos últimas posibilidades ya hay varios candidatos que están tejiendo su estrategia con la connivencia de quienes en tiempos pasados apoyaron a Reixa. Lo demuestra la celebración, por iniciativa de Onetti, de una cena el pasado viernes en la que participaron el todavía presidente de la Fundación Autor y los cuatro vicepresidentes de la SGAE: José Miguel Fernández Sastrón (que no da por perdida su batalla por lograr la presidencia), Miguel Hermoso (el menos beligerantes que propone darle un poco más de tiempo a Reixa), Fermín Cabal (que tampoco le haría feos a ocupar la presidencia) y María Teresa Alfonso .

En dicha cena, y según ha sabido este periódico, se debatió, a veces de manera muy acalorada , la necesidad de sustituir al presidente gallego, sobrevolando nombres como el de José Luis Acosta , del colegio audiovisual, como posible sustituto. Algo que, al parecer, perturbó el ambiente pues Onetti, que podría contar con el mayor número de apoyos (Cabal, la directora general Natalia Garzón y Álvaro de Torres , en representación de los editores) no estaría dispuesto a permitir. Tras mostrar su oposición, abandonó la cena.

Ya lo decía Miguel Ríos en el email remitido a la Junta Directiva de la SGAE hace unos días, y publicado ayer en estas páginas: «Las ansias de poder y las intrigas son insoportables».