«Réquiem» de Verdi para el Greco
Doña Sofía asistió este sábado al concierto, dirigido por Riccardo Muti, en la catedral primada de Toledo
ELISABETH BUSTOS
Toledo fue este sábado más que nunca capital cultural de España, pero además su centro político. En realidad el alma de la ciudad milenaria se palpaba en sus calles, llenas de gente bajo un sol de justicia poco habitual en estas fechas. El Año Greco ... está convirtiendo la ciudad en el referente cultural y la llamada de su arte se deja notar de forma apreciable. Riccardo Muti dirigía el Requiem de Verdi en la Catedral, una cita única dentro del programa de actos del Año Greco, pero sobre todo un momento musical excelso que nadie quiso perderse.
Tras la apertura a mediados de marzo de la exposición única y se podría decir que casi irrepetible en el Museo de Santa Cruz, con obras del cretense llegadas de todos los rincones del mundo, este sábado se pudo escuchar la música que acompaña a este majestuoso homenaje. Justo en la misma semana en que se produce el cuarto centenario de su muerte, hecho que ocurrió el pasado lunes, las notas del impactante «Réquiem» de Verdi se transformaron en un éxtasis musical que solo puede producirse entre las altas naves que conforman la descomunal arquitectura de la catedral primada. Qué menos cabía esperar de la exclusiva batuta de Riccardo Muti, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, el Coro de la Comunidad de Madrid y la Orchestra Giovanile Luigi Cherubini
Desde primera hora de la tarde, las inmediaciones de la catedral se fueron llenando de miles de toledanos y turistas que, botella de agua en mano para hacer frente a las altas temperaturas, aguardaron con gran expectación la llegada de Su Majestad la Reina doña Sofía.
Una hora antes del comienzo del concierto, a las 20 horas, se abrió el acceso al templo religioso para que los asistentes se fueran acomodando poco a poco. Mil localidades conformaban el aforo catedralicio, entre vidrieras, capillas y otras joyas arquitectónicas. Sentir el «Réquiem» en semejante entorno fue algo inolvidable para todos ellos. Más de siete minutos de aplausos premiaron el momento único.
Pero también tuvieron esa oportunidad única e inesperada otros cientos de pesonas que, deambulando por el Casco Histórico toledano, se encontratron con una pantalla gigante instalada en la plaza de Zocodover. ¡Qué lástima no poder haber conseguido una entrada y mira que lo he intentado¡ se lamentaba una señora que, como otras muchas, sentada en la plaza no se perdió un momento del concierto.
Antes del concierto, las calles que rodean la catedral se llenaron de curiosos ante el cordón policial para evitar la aglomeración . Cámara y móvil en mano, listos para inmortalizar el momento de la llegada de autoridades, especialmente en la Puerta de Reyes, abierta para la ocasión por la asistencia de Su Majestad la Reina.
Con media hora de antelación llegaba la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y cinco minutos más tarde,hacía lo propio el presidente de España,Mariano Rajoy, quien por la mañana había participado en un acto de partido.
Su Majestad la Reina doña Sofía llegó en medio de una gran expectación popular. «Sofía, un saludo que no nos dejan pasar», no dudó en dirigirse a los ciudadanos. En la plaza del Ayuntamiento fue recibida también por el ministro de Cultura, Educación y Deporte, José Ignacio Wert, y por el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, entre otras personalidades. Minutos antes, doña Sofía había aprovechado su visita en Toledo para recorrer por segunda vez la exposición «El griego de Toledo».
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