DULCES DE CUARESMA

Las torrijas, un clásico de Semana Santa

El Horno de la Cruz lleva desde 1880 utilizando la misma receta tradicional

Las torrijas, un clásico de Semana Santa

P. GARCÍA-BAQUERO

El olor a torrijas es sinónimo de Semana Santa. El Horno de la Cruz, desde 1880, mantiene su receta tradicional a base de pan mojado en leche y rebozado en huevo, azúcar y canela. Más de doscientas torrijas al día, que salen de este horno ... genuinamente cordobés y que desde el Viernes Santo al Domingo de Ramos pueden llegar a un millar. Encargos de cofradías, colegios o grupos empresariales que se llevan las cajas de torrijas, elaboradas a mano, como parte de tradición.

Como los pestiños, una masa a base de ajonjolí tostado, harina y azúcar o los borrachuelos, rellenos de cabello de ángel. En Gondomar, 13, desde hace más de una década, Lola Jiménez, encargada del Horno de la Cruz, sirve estos delicatesen de Cuaresma, con otro de los productos estrella como es la empanada de bacalao que comienza a servirse desde el Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma.

Lola Jiménez explica a ABC que en el obrador del Horno de la Cruz, en el parque empresarial Pedroches, se siguen elaborando artesanalmente, con una caña los pestiños, que se doblan antes de freírlos y emborrizarlos en azúcar.

Unos dulces, que si bien están todo el año detrás de los mostradores de esta casa, tanto en la plaza de San Miguel como en Gondomar, son parte de la Cuaresma.

 

Las torrijas, un clásico de Semana Santa

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