Investigación
Invercaria gastó 120.000 euros en un desfile de Juana Martín en Cibeles
Francisco Vallejo pactó la entrega del dinero para apoyar «la imagen de Andalucía»
La empresa de capital riesgo creada por la Junta para la generación de nuevos proyectos empresariales, Invercaria, dedicó una parte de su inversión en la empresa Juana Martín Andalucía, de la que sigue siendo accionista, en pagar los gastos de la presentación de una sola colección de la diseñadora, la del año 2006, en la Pasarela Cibeles, ahora Madrid Fashion Week. Ese fue el origen concreto de la inversión de la firma de capital público en la sociedad de la modista que fue «captada» por la exconsejera de Cultura y expresidenta del Partido Socialista, Rosa Torres, que asistió a su presentación en el mismo foro de moda en el año 2005.
Los documentos de la pieza separada abierta en el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla por presunta malversación, fraude y delito societario aseguran que Torres le gustó tanto el desfile que citó a Martín y le abrió las puertas de la Junta. En concreto, la diseñadora asegura que el exconsejero de Innovación, Francisco Vallejo, la citó en su despacho en Sevilla por medio de su secretario particular para felicitarla. En ese encuentro, se le propuso la inversión para ser «imagen de Andalucía» .
Había varios problemas y uno tenía índole legal. Martín ni siquiera poseía una sociedad mercantil a su nombre. Había participado en Cibeles en su condición de trabajadora por cuenta propia, autónoma. Para la inyección de esos fondos, fue para lo que Invercaria creó la sociedad conjunta y, además, ayudó a la diseñadora a crear su propia mercantil. El proceso permitió, explica Martín en su declaración, ligar el nombre de Andalucía a su propia marca. En realidad, existen centenares de empresas y entidades que llevan el nombre de la comunidad autónoma ligado a su marca comercial por razones de posicionamiento sin que existe una parte del accionariado del negocio a nombre de la Administración pública.
Los 120.000 euros no fueron la primera entrega de recursos económicos de Invercaria pero sí la primera de enjundia. Tuvo forma de préstamo participativo a cuenta de los recursos propios y se capitalizó directamente. Aquella iniciativa se presentó formalmente en un acto que tuvo lugar en lacasa de la entonces presidenta de la Unión de Mujeres Empresarias, María Fernández Pino, que llegó a aparecer como directora ejecutiva del proyecto y luego fue excluida del mismo por petición expresa de Martín.
En aquel acto, se hizo alusión a la entrega de la ayuda y del apoyo administrativo de Invercaria pero no de la creación de una empresa conjunta o de que el límite de la inversión fuese, en realidad, de 900.000 euros. Los periódicos del día recogen que era dinero para facilitar la expansión del negocio.
Una de las dudas clave que tienen los investigadores del caso es cómo se hicieron los números y, en concreto, cómo se valoraron las participaciones. Invercaria estaba en minoría a pesar de que puso todo el dinero. Martín arrancó con mayoría en el capital social con una aportación no dineraria, que es su marca y una especie de exclusiva para la ropa «pret a porter». La diseñadora exigió que los modelos hechos a medida y los trajes de flamenca quedasen fuera del negocio.
No existe ningún informe independiente que evaluase cuánto valía un diseño en ese momento. Básicamente, porque nunca se pidió. De hecho, se optó por una especie de análisis interno. La aportación no dineraria de Martín llegó a constituir un 70 por ciento del capital social. Invercaria fijó una inversión máxima de 900.000 euros que le daban derecho a un 30 por ciento del capital social. No llegó a usarse la totalidad de ese dinero. La Junta se gastó en el negocio unos 850.000 euros en total.

