Detrás de cada proyecto emprendedor se esconde una historia personal. Sol de Munda «Gourmet», una empresa especializada en la venta al por mayor de productos alimenticios al extranjero con poco más de seis meses de vida, no es una excepción. Sus creadores son una pareja que por diversos avatares han elegido Córdoba para iniciar su aventura empresarial.

Beatriz Navarro —una de las socias de la firma— es una cordobesa que hace algunos años se marchó a Londres para estudiar. Allí consiguió un trabajo en una compañía canadiense dedicada a la exportación de alimentos, donde conoció a su actual compañero sentimental, Mauricio, con quien ha creado Sol de Munda. En plena crisis, en 2010, ambos decidieron dejar sus empleos y trasladarse a Córdoba. «Me quedé embarazada y quisimos que nuestro hijo naciera aquí», aseguró.

Estudios de mercado

Tuvieron la fortuna de encontrar trabajo, pero la recesión tampoco se apiadó de ellos y perdieron sus empleos en 2012. En ese momento pensaron muy seriamente en emigrar, como otros tantos jóvenes cordobeses han hecho en los últimos años. Sin embargo, empezaron a hacer estudios de mercado y descubrieron que los productos españoles eran muy valorados en las cocinas de todo el mundo.

Contactaron con el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec) y con la Cámara de Comercio y sus técnicos les ayudaron en diversas cuestiones para poner en marcha su empresa. «Si no hubiera sido por ellos, seguramente nos hubiéramos marchado». Junio de 2013 es cuando Sol de Munda empezó a hacer negocios en medio mundo, proyectando la calidad de alimentos cordobeses, como el vino o el aceite de oliva. Desde ese momento, cuentan con una oficina de 36 metros cuadrados en el vivero de empresas del Baobab, en el polígono industrial de Tecnocórdoba.

Dentro de esta incubadora han podido establecer sinergias con otros emprendedores instalados allí. Navarro explicó que los principales clientes de su empresa son los hoteles y restaurantes, ya que están especializados en la venta al por mayor. Esta joven cordobesa aseguró que estos destinatarios de sus productos son muy exigentes en todo lo que tenga que ver con los registros sanitarios de sus respectivos países. «Eso requiere un gran esfuerzo por nuestra parte porque en cada mercado se piden unos requisitos distintos», resaltó.

Los principales destinos de sus exportaciones son Iberoamérica y Europa, con una especial incidencia en Colombia, México y Reino Unido. Sin embargo, no se han quedado ahí, puesto que ya están tramitando todos los permisos para poder operar en Singapur, Canadá, Brasil, Uruguay y Perú. Dentro de su actividad, Internet tiene un papel muy importante, no para vender, sino para estar en permanente comunicación con sus clientes.

Navarro indicó que el objetivo para los próximos es cerrar acuerdos en los nuevos mercados donde están intentando adentrarse para poder seguir creciendo. Esta emprendedora ve muy posible que puedan crear empleo en breves fechas, ya que «nuestro sector requiere que estemos mucho de viaje y es necesario que alguien esté siempre en la oficina».

A su juicio, son claras las características que debe reunir un proyecto empresarial para que salga adelante. «Tienes que apasionarte por lo que haces y ser valiente», afirmó. Reconoció que la financiación es uno de los principales escollos que se encuentran los emprendedores al inicio de su actividad, pero se compensa con las ayudas de las administraciones. «Nunca imaginé que habría en Córdoba tanta gente que nos iba a apoyar», concluyó.