Etxeberria: «No tuve dudas de que eran huesos humanos desde que abrí la primera caja»

«No tuve dudas de que eran humanos desde que abrí la primera caja ante la Policía» ha asegurado Etxeberria que indicó que, desde que vio las imágenes de los restos tuvo indicios que, tras el análisis de los restos en directo, se convirtieron en «certezas».

El prestigioso antropólogo ha mostrado más de una docena de imágenes para demostrar al jurado que los restos hallados eran humanos, que pertenecían a dos niños, con edades de 6 y 2 años. Etxeberria ha añadido que está seguro de que lo que se arrojó a la hoguera de Las Quemadillas no fueron los huesos de los menores, sino sus cuerpos, vivos o muertos, ya que la «forma de fragmentarse de los restos óseos es totalmente distinta. Si sólo hay huesos se rompen longitudinalmente, si hay partes blandas lo hacen trasversalmente, algo que ocurre en este caso», ha asegurado el experto que ha mostrado las marcas de fragmentación de los restos óseos.

Acerca de la temperatura, el antropólo ha indicado que para calcinar un hueso el fuego tuvo que alcanzar una temperatura mínima de 600 grados y que, pese a que por el deterioro de los restos no se puede establecer una causa médica de la muerte sus estudios permiten determinar que «estamos ante una muerte de naturaleza violenta y homicida». 

El antropólogo ha señalado, además, que ninguno de los restos hallados en la hoguera era de naturaleza animal, en contra del primer informe de la perito Josefina Lamas, presente en la sala. Junto a esto, Etxeberria ha mostrado imágenes de los restos en la hoguera y los ha comparado con las muestras que le mostraron en la caja para desmontar la hipótesis de la defensa de que los restos pudieron ser cambiados, algo que el abogado de Bretón, Sánchez de Puerta, ha vuelto a insinuar a su entrada a la sala de vistas, a preguntas de los medios.