Estilo de vida saludable y adherencia al tratamiento: claves del éxito en el manejo de la diabetes tipo 2
La prevención y el diagnóstico temprano son necesarias para abordar esta enfermedad con la que convive uno de cada siete adultos en nuestro país

Más de 5,1 millones de personas en nuestro país padecen diabetes tipo 2, según la Federación Internacional de Diabetes (FID), aunque se estima que hasta 40% de los afectados aún no están diagnosticados, lo que sitúa la prevalencia total de la enfermedad en España es torno al 14,8%. Este porcentaje supone que, desde 2019, las personas con diabetes tipo 2 en nuestro país han aumentado un 42%. O lo que es lo mismo: uno de cada siete adultos en España tiene diabetes, siendo la segunda tasa más alta de Europa.
En nuestro país, un 60% de las personas con diabetes tipo 2 presenta también obesidad
El Día Mundial de la Diabetes se celebra cada 14 de noviembre para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el manejo adecuado de esta enfermedad. Existen dos tipos de diabetes: tipo 1, una enfermedad autoinmune en la que el páncreas no puede secretar insulina, y tipo 2, donde el organismo aún siendo capaz de producir insulina, no la usa eficazmente, en muchos casos desencadenado por factores como la obesidad, el sedentarismo y la predisposición genética.
La diabetes tipo 2 es la más común, acaparando un 90% de los casos de diabetes a nivel global. Se caracteriza por la resistencia a la insulina y se manifiesta por niveles de glucosa en sangre elevados. Alrededor del 60% de las personas con diabetes tipo 2 en España tiene también sobrepeso y obesidad, según datos del Ministerio de Sanidad . Además, una de cada tres personas que vive con diabetes tipo 2 padece enfermedad cardiovascular (ECV), responsable de aproximadamente la mitad de las muertes de personas con diabetes tipo 2.
La importancia del diagnóstico temprano
Un simple pinchazo en el dedo en ayunas puede ser suficiente para dar la voz de alarma. Esta prueba, que se puede realizar en la farmacia, permite determinar el nivel de glucosa que una persona presenta en sangre. Si la analítica da un valor repetido de glucosa mayor de 126 mg/dl, ya se puede diagnosticar al paciente de diabetes mellitus.
El diagnóstico precoz de la diabetes resulta esencial para conseguir un mejor control de la enfermedad y evitar complicaciones
El diagnóstico precoz de la diabetes resulta esencial para conseguir un control de la enfermedad y evitar complicaciones. Y es que solo mediante la detección temprana se puede conseguir que las personas con diabetes cuenten desde el principio con el tratamiento adecuado y por tanto puedan controlar adecuadamente la patología. La educación diabetológica es un pilar fundamental del tratamiento, desde el diagnóstico de la enfermedad. Y es que un paciente que conoce su diabetes puede tomar medidas y decisiones para tener bajo control la enfermedad, coordinándose con su equipo de profesionales sanitarios para prevenir, evitar o retrasar complicaciones, como problemas cardiovasculares y complicaciones renales, visuales o neuropáticas. Las personas con diabetes tipo 2 tienen un riesgo de dos a cuatro veces mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según el Ministerio de Sanidad, y aproximadamente el 30% de las personas con diabetes tipo 2 desarrollan algún grado de nefropatía diabética, alerta la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

El estilo de vida como clave del éxito para abordar la enfermedad
La principal medida para el control de la diabetes tipo 2 es seguir un estilo de vida que incluya una dieta saludable, realizar actividad física de forma regular, dejar de fumar y mantener un peso corporal saludable.
Por su parte, el cumplimiento terapéutico también es muy importante, y esto implica tomar la medicación, respetar la frecuencia y las dosis y persistir en el tiempo. Así se evitan fluctuaciones peligrosas en los niveles de glucosa y se previenen complicaciones a largo plazo, como problemas cardíacos y renales. A pesar de esto, casi la mitad de los pacientes con diabetes tipo 2 en Europa no mantienen una adherencia adecuada al tratamiento con insulina, un componente crucial para un control glucémico eficaz, según un estudio reciente publicado en ‘Diabetes Therapy’ por el doctor Esteban Jódar y colaboradores.
La importancia del uso de insulina en algunos pacientes con diabetes tipo 2
Al ser una enfermedad crónica y progresiva, muchas personas que conviven con la enfermedad van a requerir tratamiento con insulina. En algunos casos, se usará desde el momento del diagnóstico de forma transitoria para conseguir un adecuado control inicial de los niveles de glucosa. En otros casos, se usará de forma mantenida, ya sea al diagnóstico o con el paso del tiempo cuando el páncreas ya no es capaz de producir la cantidad de insulina necesaria cuando el control metabólico está alterado. Es importante confiar en el criterio médico y tener claro que los profesionales sanitarios que tratan la enfermedad buscan la calidad de vida de sus pacientes en todo momento.
Al ser una enfermedad crónica y progresiva, con el tiempo, en torno al 20-25% de las personas que conviven con ella acabarán necesitando tratamiento con insulina
En ciertos pacientes con diabetes tipo 2, en los que los medicamentos previos no logran el control glucémico, o cuando el páncreas no secreta la cantidad de insulina suficiente esta se convierte en un recurso indispensable. Las guías clínicas recomiendan la insulinización en las etapas avanzadas del tratamiento de la DM2, o cuando el déficit de insulina en el paciente así lo requiere. Sin embargo, la inercia terapéutica (falta de inicio o intensificación del tratamiento a pesar de un control glucémico subóptimo) es relativamente común en el manejo de los pacientes con DM2 (por ejemplo, el retraso en la insulinización de los pacientes), según se introduce en el documento de consenso para una gestión solvente y sostenible de la diabetes tipo 2, presentado recientemente en el Congreso de los Diputados por la Fundación Gaspar Casal y Novo Nordisk.
¿Cómo puede solucionarse? Algunas voces empiezan a demandar la necesidad de analizar cómo mejorar la adherencia de tratamientos como la insulina que, en muchos casos, suponen una gran carga emocional para las personas con diabetes debido al peso de las inyecciones diarias. La evidencia científica sugiere que la educación y el seguimiento son importantes, y que las interacciones con el farmacéutico tienen éxito en mejorar el control glucémico que produce un cumplimiento adecuado de las pautas indicadas por los facultativos.
El seguimiento a través de mensajes e intervenciones digitales, incluidas aplicaciones móviles, también ha resultado eficaz. Puede ser necesario el apoyo psicológico a los pacientes para reducir los miedos y la ansiedad en aquellos que no consiguen adecuarse a los planes de tratamiento o para aquellos que requieren apoyo adicional. El consenso presentado en el Congreso de los Diputados ofrece una hoja de ruta para mejorar la atención y el manejo de la diabetes en nuestro país, destacando el potencial de las asociaciones de pacientes en el apoyo y formación a sus asociados.
Podemos decir que la calidad de vida y la satisfacción del paciente determinan el éxito en el tratamiento de la enfermedad. Si el paciente se siente bien emocionalmente y encuentra fácil manejar su enfermedad a diario, la adherencia al tratamiento mejora y los resultados son más positivos. Por eso, utilizar fármacos que se adapten mejor al día a día de los pacientes puede ayudar mucho a mejorar su calidad de vida y satisfacción, facilitando una mayor adherencia al tratamiento y, en consecuencia, mejores resultados. Y es que un tratamiento efectivo no es solo el que regula la glucosa, sino el que permite vivir plenamente cada día.